Con él llegó el escándalo

Sánchez engañó a Felipe González y a Rajoy,

y estaba dispuesto a vender España a los secesionistas

Él solito se lo ha buscado, ya ven, se lo ha ganado a pulso. Esto puede constituirse en el principio del fin de elPedroQué. Una bonita historia para él y un sueño nunca alcanzado para la mujer de rojo, que ansía, como le dijo a Ana Rosa hacer la próxima entrevista en La Moncloa. La codicia del matrimonio les rompió el edredón. Llegaron un día de no se sabe dónde y él, como si fuera otro bambi, se encaramó al poder, al frente del primer partido de la oposición. Lo vio tan claro, tan claro y lo tuvo tan cerca tan cerca que casi lo palpó con la punta de los dedos y casi se mudó a La Moncloa. Ella se veía ya rodeada por toda una coorte de servidumbre.

Pero, se coge antes a un mentiroso que a un cojo, aunque en esta ocasión no se sabe si el que corría más era él o el cojo; en cualquier caso, el criminal nunca gana, y elPedroQué tampoco. Engañó al líder natural del partido, el ex de casi todo, Felipe González. Engañó al pepero Rajoy, al que le dijo que si pactaba con los Ciudadanos él y todo el su partido se abstendrían en la votación de su investidura. Engañó a los del su partido, al propio Comité Federal. Engañó a todos los ciudadanos, militantes o no de su partido. Y quiso rubricar la gran mentira con una puesta en escena de un verdadero miserable, con lágrimas de emoción y voz entrecortada. ¡Menudo disfraz! Debajo se escondía un lobo sediento de venganza.

Ahora elPedroQué se ha destapado, ha mostrado su vergüenzas más íntimas, pero sin pudor ni rubor. Ni en coche ni en bicicleta, este prestidigitador de feria de tenderetes semanasanteros ha comenzado su ofensiva mostrando una página web pendenciera, provocadora e hiriente, cono odio, buscando "guerra". Pretende captar adeptos para poder presentarse de nuevo a la reelección como secretario general del partido, de laPesoé. La idea la tiene entre ceja y ceja: romper, destruir el partido -como quiere romper España- gracias al cual en un momento dejó de ser el donnadie de elPedroQué para convertirse en todo un secretario del principal partido de la oposición; entonces, en ese tiempo. Y se lo creyó tanto, tan a pies juntillas, que la erró.

Tuvo que ser Felipe González, el gran engañado, quien diera el pistoletazo de salida a la caza del traidor -¡menos mal!-, aunque un poco tarde, pero mejor que nunca. ElPedroQué ya había pactado con los podemitas, pero tan en secreto que ni ambos dos, elPedroQué y elBarredor, el podemita Manuel Iglesias, se llamaban por teléfono ni se enviaban guasapes. Lo tenían todo ya atado y bien atado, incluso con los independentistas catalanes, los secesionistas. Él sí que estaba dando un verdadero golpe de Estado, lo tenía macerando en la oscuridad. De hecho, en unas inesperadas declaraciones –muy prematuras teniendo en cuenta el contexto político actual- se muestra convencido de que los socialistas  tienen que tratar “de tú a tú” a los podemitas y trabajar con ellos “codo con codo”, considera unos sinvergüenzas a los empresarios del Ibex 35, arremete contra el periódico de Cebrián, “El País”,  y se las ha jurado a la lozana andaluzzza, Susana Díaz, quien por cierto no se ha enterado de que "Cataluña es una nación".

A la brecha abierta en laPesoé ha venido elPedeoQué a hurgar con un palo, a ver la manera de agrandarla. No se supo buscar una salida digna, porque es un indigno. Por si por él fuera, prendería una tea e incendiaría el partido, y quizá se fuera con los podemitas.  
Ahora se entienden las prisas y la alarma que lanzó Felipe González.  Y eso que desde dentro, sabiendo ellos lo que nosotros hemos conocido con detalle hoy, porque el propio elPedeoQué lo ha contado, no se hizo leña del árbol caído. Pero, ya se sabe todo, todo es público. Por esa misma razón, la Comisión Gestora pesoísta no puede permanecer impasible, como si aquí nada hubiera sucedido u olvidarse del borrón y comenzar una nueva cuenta. Por menos, o con menor motivo, se han abierto expedientes disciplinarios de expulsión. Que no les tiemble la mano. Como tampoco tiene que suceder con los del Partido Socialista Catalán (PSC), que rompieron la disciplina de voto y los otros que los imitaron. Será una manera de mostrar que laPsoé, aunque resquebrajada todavía no se ha caído. España necesita de laPesoé, pero limpia de militantes como elPedroQué, sin cuervos.