El juez "tocacojones"

No entiendo nada. Resulta que un juez va y dictamina, o emite un auto, o manda una notica a los del ayuntamiento de Badalona y les dice que no se anden con pamplinas que hoy es el día de la Fiesta Nacional de España y que no pueden abrir las puertas del consistorio para que vayan los funcionarios a trabajar. Y los del consistorio, guarrillos de las CUP, sí, de los del mismo partido o cosa que la guarrilla que se huele la sobaquera, y que le huele, van y se pasan por el arco del triunfo -¡que cómo les olerá- lo que el juez diga.

Y no sólo eso, sino que avisan a los medios de comunicación, para mayor gloria y publicidad, para que se entere el señor juez de que, a lo dicho, ni puto caso. Para demostrárselo abren las puertas del ayuntamiento y se ponen a trabajar -quizá sea el único día en todo el año-, acompañados de medio centenar de funcionarios y rompen ante los morros del juez -en este caso, las cámaras de la teuve que muy probablemente ve Su Señoría- el papelico en el que les comunicaba que se tomaran el Día de asueto y descanso, para disfrutarlo junto a sus familiares y amigos.

Con lo fácil que lo ha tenido el señor juez. Magistrado comunica a ayuntamiento -alcaldesa y concejales- que no abran el ayuntamiento en el día de hoy. Ediles reciben comunicación, pero se la suda. Desobedecen a la autoridad e incumplen la Ley. Juez envía policía, que desaloja ayuntamiento y cierra dependencias municipales y detiene a responsables municipales y funcionarios. Concejales y funcionarios al trullo, en prisión preventiva, junto a los de los otros cuarenta ayuntamientos que imitaron al de Badalona abriendo sus puertas. Más tarde se verá si prisión o multa, pero, por de momento, la vela que más alumbra es la que va por delante.

Y aquí no ha pasado nada, y si pasa, porque tiene que pasar, que pase lo que tenga que pasar. Que, como dicen los cuperos, "sin miedo", a lo que, añadimos, que con un par. Pues, que no pase miedo el señor juez, que tiene de su parte la Ley -me imagino que sí, que lo avala- y todo un Estado. Pero, a lo que se ve, se ha convertido en un "tocacojones", que no le va a amargar la fiesta a los rebeldes. Así que Su Señoría no ha hecho ni el papel de una mala ladilla a los independentistas cuperos, pero sí de "tocacojones" a todos los que puntualmente cumplimos la Ley. O, quizá me equivoque, es que el juez estaba cumpliendo la Ley y hoy no tocaba trabajar; aunque, tengo entendido -no me hagan mucho caso- que existen juzgados de guardia. No sé, la verdad.

Y mientras esto se avecinaba, elBarredor podemita, Pablo Manuel, insultando desde hace días ha estado a todos los que iban a asistir a la recepción real, la del Rey de España, ese mismo, al que le entregó -y recogió el Monarca- unas pelis -allá, un día, en Bruselas- para que se entretuviera en esas noches solitarias y aciagas, en las que se pregunta si la su princesita llegará algún día a ser Reina. Eso, que sí, que los llamaba a todos antipatriotas. Lo dice ese que viste y calza: el que no celebra, e insta a que no lo hagan los demás, el Día de la Fiesta Nacional, el que pide con el delincuente golpista elPuijidemon el derecho a decidir para romper España, el que no secunda la política de Estado antiyihadista, el amigo y defensor de los terroristas etarras, el que quiere para España un régimen como el venezolano, o, en su caso, el griego, o bien el bananero de los Castro o el incalificable iraní. Ese considera a los demás antipatriotas. Sólo le ha faltado un látigo para descarnarnos, como es su deseo hacerlo con Mariló. Este, insisto, el mismo que viste y calza, porfía por ser el presidente del Gobierno de España.

Y a laLoca podemita, haciendo honor a su estado, no se le ha ocurrido otra cosa para celebrar el 12-O que colocar en dependencias municipales una bandera indígena boliviana, de tamaño muy superior a la española, que habitualmente se ve en ese mismo lugar, pero que hoy no estaba. Cosas de la demencia. Está para deshabilitarla.