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miércoles, 30 de noviembre de 2016

El juez del 29 y los Pujol

Las amenazas no son amenazas, ni tan siquiera sustos,
si el que las hace es un Pujol y el que juzga un juez de Barcelona

Miren, si alguno de nosotros denunciamos a alguien por sus trapicheos con las concesiones y esas cosas a las que tan acostumbrados estamos a ver y escuchar con alguna administración pública y al día siguiente recibimos de esa persona un sms en nuestro teléfono en el que nos dice que "sabía que eras una persona retorcida. Esto te dará malvivir. Cuídate", les digo que me veo con una cagalera patas abajo. Y si luego, encima, esa persona pertenece a una mafia familiar como la de los Pujjjol, de los Pujjjol de toda la vida, me saco el pasaporte y me largo.
Eso mismo debería haber pensado la concejala líder de los ciudadanos en el ayuntamiento de Barcelona, Carina Mejías; pero, no, ya ven, lo que hizo fue dirigirse, con un par, a un notario y presentar una denuncia en el juzgado de Instrucción, número 29, de los de Barcelona, contra Oriol Pujjjol, hijo del Pujjjol padre, expresidente de la Generalidad de Cataluña. Curiosamente, el mensaje se lo envió elPujjjol al día siguiente de que la concejala Mejías pidiese en el ayuntamiento de la Ciudad Condal la creación de una comisión investigadora para saber de la contratación  irregular de varios proyectos -con pasta de por medio, claro, mucha pasta-, siendo alcalde el convergente Trías y en los que podría estar implicado otro de los  Pujjol, concretamente su hermano Pere.
Hasta ahí, la trama. Ahora la sentencia, exculpatoria, como no podía ser de otra manera con la familia de los Pujjjol. En resultas, el juez de ese juzgado ha dictaminado, y por lo tanto absuelto de cualquier culpabilidad al Pujjjol, que tampoco es para ponerse así, ni tomarse las cosas a la tremenda y, por supuesto, que tampoco ha habido en el sms amenaza alguna. Eso sí, acertada ha estado su Señoría el juez del 29, ha sido "una acción desafortunada" por parte de elPujjjol, pero nada más, que se coja un caramelo y a correr al parque. Pobre. De ahí a que hubiera propósito de "asustar o atemorizar", "nádená". Que se coja otro caramelo el chiquillo, que menudo rato le ha hecho pasar la concejala ésta. ¡Mala, mala!
Además, por un por si acaso, siempre le quedaba al juez, que no a elPujjjol, lo de la libertad de expresión. Porque, vamos a ver, elPujjjol podrá decir lo que le venga en gana, que no ha ofendido ni ha difamado a la concejala, y, por si fuera poco, elPujjjol padre fue presidente de la Generalidad y un tío suyo tiene una escopeta, que es cazador y va a batidas de marranos y de ciervos y madruga mucho y luego almuerza con los demás cazadores y se preguntan los unos a los otros que qué es de lo suyo y que cómo va todo. A ver.
Miren que el exacalde de Marbella, el tal Muñoz, se ha "chupao" barrotes -y anda muy mal el hombre, de salud- y también la tonadillera, casi casi que dos años, y el pepero Granados lleva ya otros dos en la sombra, de manera preventiva -no le hace falta pasaporte, no, que no se escapa- y que mil euros mal vistos le pudieron costar la vida a la también expepera Rita. Los Pujjjol, a lo que se ve, que no es que lo diga yo, están por encima del bien y del mal -no sé, a ciencia cierta, quién es el bien y quién el mal- y que no se diga más. El señorito está mareado esta mañana; ese otro tiene un "resacón" que se caga. Yo, que la concejala ciudadana, pasaporte al canto y para Cuba. Quizá sea, en estos momentos, el lugar más seguro para ella; pero, no le diría nada al juez, hasta más ver. 

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