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miércoles, 9 de noviembre de 2016

El Pelirrojorrubiales, una caja de sorpresas

Pedro Sánchez desapareció de allí y logró meterse
en el Seiscientos en la T4. Aquí, al menos, lo espera la mujer vestida de rojo

Con la evidencia de que Tramp ha ganado las elecciones en los Estados Unidos nos despertábamos hoy; a saber, porque los yanquis, votan mientras nosotros dormimos, a traición, y menos mal que no hacen  mucho ruido, porque si no ni respetar el nuestro sueño, aunque en esta noche ha sido como un duerme vela. No dormimos bien ni nos dejaron descansar, y eso que hay quilómetros de por medio, que hasta se puede decir que sí que ha llovido desde entonces; pero, tranquilos, porque parece que vamos a tener un invierno para todos los gustos, como con lo del Brexit.
Lo que más cabrea del tipo ese, el nuevo hombre más poderoso del mundo, aparte de que haya ganado las elecciones, es su cabellera. Coñe, un tío tan mayor, que conserve tanta pelambrera hasta resulta ofensivo para tanto calvo, y algunos desde bien jóvenes; más aún cuando unas veces parece que es medio rubia y, otras, medio pelirroja. Joér, que se defina de una vez: o una cosa o la otra, porque es que, encima, después de una cosa la otra. Y eso no puede ser, porque tenemos derecho a saber qué nos deparará el futuro con él al frente del país que, hasta ahora, era el más abierto del mundo y con mucha mucha pasta. Hasta servidor, en alguna ocasión, he estado tentado de irme para allá, más que nada por ver si se cumplía en mi persona lo del sueño americano. ¡Ya , qué tontería, un experimento! Pero, con lo que se pueda cocer, casi mejor aplazo el viaje hasta más ver.
Nos falta todavía por dilucidar, dentro de este magnánimo evento, saber por qué los americanos de Norteamérica se han decidido por darle manos libres -no es de coña- al pelirrojorrubiales. Ya vendrán los sociólogos a explicárnoslo, algunos sentando cátedra, que como de eso no sabemos gran cosa, nos colocarán lo que les venga en gana, o porque no saben ellos más. Pero, también tendrán que dar una interpretación a lo mismo, pero al revés, es decir por qué perdió laClintón o por qué no gano ella, tanto monta como monta tanto.
Miren, ya andan circulando por ahí muchas "memes", pero no era a eso a lo que me refería, sino a las teorías del porqué de una derrota de la que fue primera dama y quiso ser la primera cónyuge que hiciera del expresidente el primer caballero. Pudo ser, pero no ha sido.
La primera teoría -en la frente- porque sus votantes no le han perdonado todavía a la candidata lo de laMónica -con apellido de rusa-, aunque fue ella la agraviada, la aspirante, pero, precisamente por eso, por dejarse engañar y perdonar tan fácilmente, lo uno y lo otro. Son así los yanquis. Parece que la segunda teoría -en la boca- estriba en lo de las igualdades y desigualdades en el aspecto físico, más puntualmente en el género del sexo. Que laClinton no ha ganado porque es mujer, pero el caso es que si no hubiera sido mujer sería elClinton y ese ya fue presidente -y no puede repetir- y si, en teoría se hubiera presentado elClinton -vamos a suponer que sí hubiera podido presentarse- esta teoría no tendría sentido. Aunque nos falta por ver, de un día a esta parte, la reacción de las feministas españolas; así que, que se cuiden muy mucho los yanquis. Y la tercera -en el pecho-, quizá la más importante por lo que nos toca, es que laClinton cometió el gran y grave error de contar con el apoyo de elPedroQué. El español fue, llegó y la cuagó. Está que echa pestes laClintón, porque el jamón que le llevó el pesoísta para pasar el mal trago de la noche electoral se lo hizo llegar envasado al vacío, que no fue lo más malo. Lo peor es que era serrano, de bodega y ahumado, y con curación de seis meses. Imaginen, como para no estar de mal humor. Ni salir pudo, a primera hora, para reconocer su derrota o el triunfo de elTramp.
Dicen que de elPedroQue nunca más se supo por allí. Después de unos cuantos ejercicios de calentamiento y otros tantos de "contorsionismo" logró introducirse en el Seiscientos que tenía aparcado en la T4. Es tan grande el hombre, que sólo entra él; no le caben ni las ideas. No quiso abrir el cenicero, pero desde la radio manual del vehículo pudo escuchar que su exmano derecha, Hernando, portavoz en el Congreso se arrepentía de haber defendido el "no", eso que es el "no", de su exsecretario general. En el mismo boletín noticiero oyó decir a el podemita elSieteMesino que si elEspinar no hubiera hecho lo que hizo con el piso nadie lo criticaría; ahora que le den por donde le están dando, y que no se queje. También pululaba por las ondas la vice del Gobierno, reconociendo que si los secesionistas eran eso, secesionistas, sería porque tendrían sus razones. !Menudo panorama! Menos mal que mañana amanecerá, y siempre le queda la mujer vestida de rojo. Por cierto que Pedro J. y Agatha se han "separao" -también lo decían en la radio-, después de un feliz matrimonio de treinta años. No hay dos sin tres.

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