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domingo, 27 de noviembre de 2016

La cruzada de Sole contra Chicote

Si el cocinero llegó a Zamora sonriendo o queriendo reírse
de alguien, a buen seguro que tras escaldarse salió llorando

Si Alberto Chicote se pensó que el llegar a Zamora era besar el santo y ya, se equivocó de arriba  abajo. Mucho mucho "pesadillas en las cocinas", pero no sabía -o lo ignoró, o no se asesoró- que a donde iba era a Zamora, la bien cercada, la que no se gana en una hora. Coño, si es que ni Almanzor se salió con la suya. Acaso creyó Chicote que iba a acabar con el famoso dicho, y encima escoge el mítico Bar Zamora, custodiado por el Merlú, en la mismísima Plaza Mayor. El buen hombre tuvo que abandonar, por primera vez en su empeño desde que anda entre pesadillas, pero no de pucheros.
Menudo cómo se le puso laSole, la jefa y dueña omnipresente del bar y restaurante, aunque por un momento parecía que se derrumbaba. Los tiene bien puestos, ella. Después de treinta años en el negocio, le va a contar elChicote, por muy chicarrón que se tenga, cómo va a llevar ella el su negocio, que es suyo y bien suyo. ¡Y quién lo ha mantenido, si no, durante todo este tiempo! Chicote, desde luego, no. Que ella tendrá el carácter que Dios le ha dado, pero de tonta ni un pelo. ¡Amos, anda, que son treinta años treinta al frente! Con el jovenzuelo ese de "el león come gambas", aspirante a cocinero, sí que se atrevieron los de "Master Chef". Poco se atreven con laSole, la de Zamora, la de la Plaza Mayor.
Es que encima de una cosa, la otra. ElChicote no logró someterla a sus "encantos" y, encima, le ha salido "bragá" o, para que se entienda mejor, como una mosca en salva sea en la parte delantera del cocinero. A laSole se le irán los clientes tan deprisa como los empleados, pero, a ella se lo van a contar, que ya peina canas y hasta tiene el serete "pelao". Que lo que ha visto ella no lo verá elChicote en todo lo que le queda por ver en su vida profesional. Que Zamora es Zamora, y más le había valido a elChicote habérselo pensado antes de ir  allí. Más le habría valido un "porsiacaso" que cien "penseques", que esto último es lo que más se estila por aquellos lares. A ella se lo van a contar.
La consecuencia, la lógica, lo normal, lo esperado. LaSole se ha levantado en son de guerra y ha hecho de esto su cruzada, que a ella nadie la queda por tonta, si es que era lo que intentaba elChicote cuando se vio forzado a abandonar o quiso abandonar, que eso todavía no se sabe. Y atrincherada tras las murallas de la ciudad de Doña Urraca, la reina que plantó cara a El Cid, El Campeador, laSole desvela que todo el programa de elChicote es una pura comedia, una manipulación, y desde las almenas grita al cocinero que se va a enterar, que le va a tumbar el programa con todos los cachivaches. No lo sabe bien el cocinero, con Zamora, café, ha "topao".
En verdad que laSole no ha perdido el tiempo, que es que se las tiene juradas a elChicote y a todos los de las pesadillas en las cocinas, pero que a ella no le queitan el sueño. De la emisión del programa del jueves pasado -dicho sea de paso, y por aportar algún dato más, hace un año que se rodó-, laSole ya ha comenzado a mover Roma, tratando de desmontar desde diferentes medios el "chollo" de elChicote, y ya está removiendo, si no con Santiago sí con El Ferrol, y más en concreto, con Manoli, la del restaurante Irlanda, la que se suma a la tesis de laSole: ambas consideran que el programa del afamado cocinero es un fraude. Ya han quedado ellas dos para comer juntas en Madrid, sin invitar, por supuesto, a elChicote. Van a organizar una protesta, en la que podrían implicarse hasta una veintena de restaurantes, a decir de la gallega.
Eso le pasa a elChicote por meterse donde no lo llaman, entre los pucheros ajenos. Tenía que haberse leído antes a Santa Teresa, no la de Cataluña -que es una patraña-, sino a la de Ávila, para manejarse con más soltura entre los fogones. Ahora, la suerte está echada. Y la lleva clara. Si a Zamora entró sonriendo, me da a mí que se ha marchado llorando, sin cumplir el dicho.

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