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miércoles, 23 de noviembre de 2016

Un Pleno con plena acritud

La presienta del Congreso sigue sin saber ocupar su lugar.
Hoy esperó a que llegara elBarredor para poder dar comienzo al Pleno

Su corazón le jugó una mala pasada a Rita, laBarberá, exalcaldesa de Valencia y senadora, ahora, por libre, en el Grupo Mixto. El lunes había declarado ante el Tribunal Supremo (TS) y, en realidad, todavía no está muy claro de qué se le acusaba. Algunos ya la habían condenado, o la han condenado hoy mismo, sin concederle la presunción de inocencia. En cualquier caso, da igual. Rita, la del caloret, o la calor, se fue para siempre jamás, hastiada, cuando no traicionada por los que decían antes ser sus amigos y por su propio partido. Triste agonía y triste final.
Contrasta el caso de Rita -la otra, la musa de Ansón, será laMaestre, la podemita-, el de "los mil euros", con otros muchos abiertos en el país contra políticos, pero que ahí siguen, dormidos en el limbo -entiéndase en los cajones de los despachos de los jueces-, mientras que lo de Rita ha sido visto y no visto. Del Senado al estrado, y fuera del partido pepero. No ha sucedido lo mismo, por ejemplo, con toda la familia al completo de los Pujjjol, con más de tres mil millones de euros -que se dice pronto- danzando por el mundo, y ellos, todos, por la calle. O qué es lo que passsa con los "eres" de Andalucía, por poner otro caso, incluido el que presumía de tener billetes por un tubo, tantos como "haztapazáunavaca". Nada de nada; el desarrollo de los sumarios, más lentos que el AVE a la Meca. No digamos ya, por poner otro tercer caso, lo que sucede con el delincuente y golpista Arturo Mas -y su sucesor elPuijidemón, el hijo del pastelero- y con Homs y las otras dos consejeras y laMalPeiná Forcadell. Si es que ya ha llovido desde entonces, que casi ha dado tiempo a recoger tres cosechas, y, para más cabreo ciudadano, no se les imputa malversación de fondos -por un por si acaso-, para que no vayan a prisión. Esperemos y confiemos en que la Justicia hable y dicte, y que lo haga pronto, que ya está bien.
Pena que el juez de todos esos casos no sea elBarredor Pablo Manuel, el podemita, porque de aquí a la vuelta de la esquina ya habría sentenciado, aunque se opuso al suplicatorio de Homs. Ya ven, la incoherencia de este elemento, que hoy ha condenado a quien ya no se puede defender, acusando a Rita de corrupta, cuando todavía no había sido juzgada. La de su partido, laMaestre, sí, y condenada por asaltacapillas. El mismo, el Pablo Manuel, el amigo de los etarras, todavía no ha sido capaz de desmentir lo de los cuatro millones de euros recibidos del régimen venezolano de Maduro. Su número dos, elErrejón tuvo una beca de la Universidad de Málaga, que le facilitó un su amigo, por no hacer nada. El cofundador del partido, elMonedero, recibió otro medio millón de euros de Venezuela, también por no hacer nada. El secretario podemita de Organización, elEchenique, defraudó a la Seguridad Social y pagó a su asistente en negro. El flamante jefe del partido en Madrid, elEspinar, obtuvo un buen pellizco de treinta mil euros por un piso que le dieron -sí, dieron- de protección pública, sin tan siquiera llegar a estrenarlo. Un concejal podemita está en prisión por zurrarle una paliza de padre y señor mío a un concejal socialista y a una embarazada; para él piden estos el indulto. Si todos estos casos -punibles o no- no son corrupción, que venga el Señor y lo vea.
Y todavía tiene la desfachatez elBarredor de acusar de corrupta a Rita e impedir que los sus diputados en el Congreso guardaran un minuto de silencio por ella. Es cierto que de donde no hay no se puede sacar. De este hombre, Pablo Manuel, se podrían decir hoy miles de cosas. Pero, no merece la pena. Por sus actos lo estamos conociendo, a él, y a todos los citados, sin olvidarnos de los traidores a su partido, Izquierda Unida, Alberto Garzón y Tania Sánchez. Sí supieron estar los senadores podemitas, que desobedeciendo a su jefe de filas, Espinar, guardaron un minuto de silencio por la senadora Rita. Un minuto de silencio por su descanso eterno o, aunque sólo fuera un minuto de silencio, por respeto, por educación, pero supieron estar, pese a las consecuencias que ello les pueda originar la ira de Pablo Manuel.
Tampoco supo estar a la altura de las circunstancias, una vez más -y ya son muchas-, la presidenta del Congreso, Ana Pastor. La pepera retrasó el comienzo del Pleno en espera de que llegara el que parecer ser su adorado Pablo Manuel -al que se le pegaron las sábanas, como casi siempre- para ver si quería participar o no en el minuto de silencio en memoria de Rita. No quería arriesgarse laPastor a tener que volver a llamarlo para pedirle disculpas, en esta ocasión por comenzar sin él la sesión. Ya le vale a laPastor. Mejor, que se vaya. La miel está hecha para quien está hecha.

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