Ana Gabriel esconde la Ley en la sobaquera

Para que nos entendamos, lo que han hecho los secesionistas de Juntos por el Sí y los guarrillos de las CUP es algo así como lo de laCospedal con elBárcenas, una indemnización en diferido. O un juego malabar, pero de trileros. A ver si nos lo entienden, quiero decir nos lo explican, porque de donde no hay no se puede sacar. Son como niños. Aprueban una Ley de manera soterrada para que nadie se entere y, a bombo y platillo, lo anuncian a los cuatro vientos, más al de la Tramontana, ese que la cabeza altera.

En definitiva, hay que entender o interpretar, porque de esta gente ni se sabe, que Cataluña es ya una República independiente, porque el "acuerdo político global" va referido a la Ley de Transitoriedad Jurídica, que desconecta a Cataluña -junto a las leyes de Seguridad Social y Hacienda- de España, que también existe. Por tanto, seguimos interpretando, con esta Ley, que avala la celebración del referéndum de septiembre del año que viene, a través del cual los catalanes -no lo dudan los secesionistas- darán su sí a la independencia, el asunto quedaría zanjado para los secesionistas. Justo, coincidencia, cuando el Centro de Investigaciones Sociológicas catalán augura que el no se está imponiendo al sí. Pero, a los golpistas les da igual: o sí o sí, en el referéndum o referéndum.

Los jueces y fiscales andan como locos para descubrir los términos de ese acuerdo político alcanzado por los secesionistas. Pero, ni por esas. Si no se encuentra el cadáver no hay delito. Eso dicen. Y los secesionistas lo esconden. Empezaron por el Metro, como el podemita elMonedero. La falta de originalidad les obligó a cambiarlo de lugar. Nadie se ha parado a pensar que, quizá, el texto de la Ley esté escondido en uno de los secadores de la peluquería a la que de año en año acude laForcadell, laMalpeiná. Desde luego sería uno de los sitios más seguros para guardarla, por si alguien la sigue, a laForcadell. Acaso la hayan trasladado, la Ley, a la pastelería del papá de elPuigidemón, que tiene hornos crematorios -que le encantarían al concejal podemita del Seiscientos-, con lo que quiero decir que se calientan para fabricar los dulces, y a nadie le amarga un pastelito. Para mí que en ese periplo de clandestinidad, la Ley va a terminar en la sobaquera de Ana Gabriel, la cupera de las pelotitas axilares y de olor nauseabundo. ¡A ver quién es el valiente que se atreve a hurgar ahí! O acaso termine en los bajos fondos de los mafiosos pujjjoles. ¡También sería un valiente el que osara mirarles los papeles!

Ellos que se anden con jueguecitos, que ya los ha llamado hoy al orden el pepero presidente del Gobierno de España; en particular, al hijo del pastelero. Se lo ha dicho bien clarito, que no de más pasos en la mala dirección. Hombre, evidente, que luego se puede tropezar y partirse una pierna y otro gasto más a cargo de la Seguridad Social, la nuestra, porque todavía no están desconectados los catalanes -o sí- y la pela es la pela.

Más lejos han ido los de Convivencia Civil Catalana -estos son de los buenos-, que están convencidos de que lo sucedido, que nadie salvo ellos, los secesionistas, saben qué es en realidad, significa un Golpe de Estado, puro y duro. Y algo de eso debe haber, porque elChulo, entiéndase Homs, cuando le comunicaron que lo iban a procesar por desobediencia y prevaricación adelantó -esto ayer mismo- que no iba a recurrir el acuerdo del Supremo, que se reservaba toda la artillería para el juicio. Y como esta gente no se explica, habrá que entender que está preparado para hacer frente a los tanques, que se pasa por la entrepierna. Si por ahí van los tiros, apañaos estamos, porque, miren, es que no entiendo nada.