La foto

Bueno, hombre, no es que se trate de un aquelarre o de una fiesta como la de la histérica catalufa que escribe en La Vanguardia -antes de apellido Española-, pero el "arretrato" ha dado para hablar, y mucho. ¡Menudo plantel! Es que, francamente, se ve que lo estaban pasando chupi el Rey y la comitiva. LaMalpeiná, como siempre, eso; elPuigidemón, igualico igualico que si estuviera embravecido por los pasteles de papá, eufórico, porque ya saben que papá es el pastelero; el Rey, qué les voy a decir del Rey, estaba, pero como si no estuviera: reina , pero no gobierna, pero se divierte, y bien y mucho.

Eso sí, el Rey se lo pasó como un monarca. Todos ellos cogidos de izquierda a derecha en la instantánea. Pero, quiá, el morbo más morboso estaba a la derecha de la imagen. ¡Joér! La vicepresidenta del Gobierno de España, Soraya, la nuestra Soraya -¡Quién la vio por el Campo Grande vallisoletano y quién la ve!-, "toa" ella relajada, disfrutando de un masaje cervical que le propinaba el catalufo republicano Junqueras -el que donde pone el ojo pone la bala-. Menudos dedazos los del tipo, para cuerpo tan chiquito como el de la vice.

Si tienen ocasión, no dejen de ver y de admirar la foto, y, si les inspira, mejor que mejor. ¡Esto va viento en popa! Como los marineros, que tienen un amor en cada puerto, la nuestra vice se va a montar un despacho en cada arribada. Y, claro, sin querer -aunque se odien-, el roce hace el cariño, un cariño verdadero. Ni se compra ni vende. Entusiasmado se le ve al catalufo con su manazas sobre la prenda de vestir que cubre el cuerpo de la vice, y a ella como si le hubiera caído del cielo un bálsamo envolvente y relajante. A ver si es que de tanto negociar, de tanto verse, de tanto reunirse se están mimetizando, o, como les acontece a cientos de plumillas, se han pasado el uno a la otra el síndrome de Estocolmo. Tampoco vamos a ser tan mal pensados, porque pudo ser, y no ha sido, que se tratara de un acto reflejo del catalufo republicano, y que justo ahí estaba la vice, y el del flas, jéjé; aunque, leche, para esa adopción de postura hay que tener mucha confianza. Puede que este sea el principio de como a lo Bogar en Casa Blanca o una historia de "loves" entre la bella y la bestia. ¡Jesús, Jesús!

Pero, que, oigan todo esto delante del Borbón, o sea que estaba presente, allí mismo. Que como dice el pie de foto de La Vanguardia, la "oleo" muestra al Rey, junto al presidente de la Generalidad, el hijo del pastelero, eso; no al revés, no, no era elPuigidemon el que estaba al lado del Rey. Que ya le vale a este catalufo, de juerga en juerga por los "allises", mientras al chulo de Homs lo juzgan en Madrid. Ya, si se entiende, un día es un día y a elHoms lo conoció, como quien dice, en la calle.

Como, digo, de qué conoce el presidente del Tribunal, que juzga al chulo Homs, al catalufo Arturo Más, para desearle "buen viaje" después de su deposición en el juicio. A ver si vamos a terminar todos con gastroenteritis, vulgo cagalera.