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miércoles, 15 de febrero de 2017

La prensa catalufa y el "presunto" acoso a Magaldi

Están como perros rabiosos estos catalufos, en particular el doberman y golpista Arturo Mas. Está todo el día provocando a tirios y troyanos -entiéndase a la ciudadanía española no catalufa y a jueces y fiscales-, porque es lo que necesita para llevar adelante su estrategia. Es malo, el tío, pero que muy malo. Fíjense, está pidiendo a voz en grito que lo condenen los tribunales españoles, que lo inhabiliten. En realidad, lo que pretende es ser de nuevo candidato a la presidencia de la Generalidad de Cataluña, por su partido, elPecadete. Todo el proceso judicial le está sirviendo de publicidad gratuita de precampaña.

Sólo le hace falta la condena. Además de salir como mártir ante los catalufos, podría eludir el cumplimiento de la pena -al menos de momento- y podría presentarse a las elecciones autonómicas. Sólo tiene que recurrir al Supremo y, si fuera necesario, más tarde, a los tribunales europeos. ElPájaroEspanta -es decir el espantapájaros, el hijo del pastelero, elPuijidemón, pero no menos golpista- que colocó en su lugar emprenderá la retirada y le dejará expedito el camino, al más mínimo silbido. Este golpista, Mas, sabe más que las pesetas, más por viejo que por diablo. Se las sabe todas, y durante años se ha venido "escojonando" de "tóquisqui", incluidos los catalufos y catalufos charnegos. Ya ven, en el juicio les echaba a ellos la culpa, ellos organizaron todo para la celebración del referéndum. Cabroncete sí que lo es, pero un buen rato, y cobarde también, como de aquí hasta allí. Si estuviera tomando la sombra, que motivos hay más que suficientes para ello, muchos males se habrían evitado los sufridos catalanes. Es así: si el perro descansa, no muerde y, si no muerde, no contagia la rabia.
Es que se están pasando tres y muchos más pueblos los catalufos, sin que nadie les pare los pies. Después de escuchar el relato del acoso y de los insultos a que fue sometida la fiscal general de Cataluña, Ana Magaldi, y, en particular por un catalufo -Lucas Senollosa- bien conocido por los Mocetes de la Escuadra, al que le permitieron saltarse el cordón de seguridad, sin mayores consecuencias para él, nos imaginamos lo que tendrán que sufrir los catalanes, día tras día, ante el acoso y derribo incesantes, de estos perros callejeros, como elSenollosa, que actúan con total impunidad, como en los regímenes nazis.
Para mayor escarnio, tanto la Generalidad, a través de su "portavoza", Neus Monté, como el propio golpista Mas, justificaron el acoso y derribo contra la fiscal jefe. No tiene para ellos importancia alguna. Y no consta en los informes de los Mocetes nada que haga referencia al "incidente". Es decir, que nada existió. Si acaso, algunas expresiones por parte del público congregado en las inmediaciones del tribunal más Alto de Cataluña, y eso, lo de siempre, están en su derecho, que para qué sirve la libertad de expresión.
Pero, miren, casualidades de la vida -¡mecachís!- ninguna cámara de teuve, ni tan siquiera de la teuvetres -los abnegados y arriesgados reporteros catalufos- recogieron con sus cámaras el "salto" del delincuente elSenollosa cuando acosó a la fiscal. Claro, está más que claro, si no lo difunden los de la teuvetres eso no ha sucedido. Por la misma razón el Colegio de Periodistas de Cataluña, infectado de catalufos, dan el calificativo de "presunto", al acoso de elSenollosa contra la fiscal. Estos plumillas "apesebraos", y catalufos, no lo olvidemos, que no saben distinguir una cámara de teuve de una linotipia, están "cabreaos" porque la fiscal no admitió preguntas en su comparecencia pública. Hizo bien la fiscal, para oír ladridos, mejor se va a la perrera.

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