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jueves, 23 de febrero de 2017

Las joyas de la Corona

Tenía razón el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy. A la infanta Cristina "le irá bien", aunque debió decir superior. No sólo salió absuelta y en la mano con la fianza que tuvo que depositar, sino que su esposo podrá seguir "bicicleteando" por las calles de Ginebra, sin que tan siquiera tenga que adelantar un mísero óbolo, ni gastarse un "Eurico" para presentarse ante la autoridad judicial todos los meses; lo podrá hacer allí, en la misma ciudad Suiza, donde habita. Es que sigue en poder del su pasaporte, porque es que ni le han prohibido viajar por la vieja Europa.
Para ellos es la vida, al menos hasta que el Tribunal Supremo resuelva su recurso. Pero, que no las tiene todas consigo este matrimonio bien avenido -eso dicen, o no-, en el que el uno ha sido condenado por amor a la pasta ajena y la otra absuelta, porque obraba por lo mismo, por amor. Y digo que ojito, porque la nuestra señora Reina -aunque plebeya-, no deja de ser la consorte del Borbón "yunior", que ahora ejerce el oficio de Rey, que ya quisiera para sí el príncipe Carlos, el de la Gran Bretaña. Pues, eso que la Reina Leticia -la zeta, para los zamoranos y los zaragozanos, que se la han ganado a pulso- ya le dejó claro que aquí mando yo, quiero decir ella, o sea la Reina.
Bonita es laLeti, como para dejarse comer los piñones. No, si no hace falta que hable. Con los gestos y las acciones se le entiende alto y claro. Por si no se ha enterado la infanta absuelta, se llevó a la fiesta con los mandatarios de Argentina las joyas de "pasar", es decir, las alhajas que vienen de unos reyes y que se van pasando a los siguientes, y así sucesivamente. Buen dinerito valen. Pero, es mayor el valor de su significado, que no es otro que el de aquí estoy yo, por si alguien quiere algo de ella. Aunque bien mirado, son cosas de la realeza, de la corte, que lo resuelvan ente ellos y que a la plebe nos dejen tranquilos, que bastante tenemos con lo que tenemos.
Es que vaya mañanita, oigan, ni que fuera el 23F. El personal se ha levantado soliviantado. Es que ya ven, no es para menos: Rodrigo Rato -que gracias a Aznar no fue presidente del Gobierno de España- y Blesa ¡vaya par de dos!-, condenados a prisión por eso de las tarjetas negras de Caja Madrid, y otros más, muchos más de sesenta cargos de la entidad; sólo se salvó el apuntador, porque no pasó en ese momento por allí. A ver cuándo los vemos en la trena, que también me da a mí que, como el "biciclista" -el amo de la pista- de Ginebra, contemplando todos el chorro, no siendo que se desborde el lago Leman y nos coja a todos desprevenidos, incluidos los suizos. O viendo navegar a Bárcenas, que todavía no ha "zozobrao".
Con los catalufos, algo tenía que pasar con ellos hoy también. Pues, "velaí", que es que ahora dicen que el Tribunal Constitucional les está dando un golpe de Estado, cuando todavía no son país. ¡Y todo por un quítame allí esas pajas, bah! Que el fiscal superior de Cataluña -no confundir con el abad o padre prior de Monserrat-  le ha presentado otra querella -ni sé cuántas van- a la presidenta del Parlamento catalán, Forcadel -laMalPeiná- por su "contumaz y obstinada voluntad de incumplir" la Ley. Así que el golpista es el fiscal, el ministerio público, todos nosotros. Servidor, si fuera el fiscal, habría añadido y "por gilipollas", que acaso sea el apellido que haya que poner a los catalufos. Ahora que también si es por esa causa, más que sabida, el fiscal se había podido empapelar de paso a los catalufos todos. Y asunto resuelto.
Y mientras, el fiscal destituido en Murcia, con un cabreo, que cualquiera le chista. ¡Aquí hay tomate! Y dice que sufre acoso y presiones y que así no hay quien pueda. Y para mayor escarnio, van y lo sustituyen. Está dolido el hombre, también tiene sentimientos, es humano.
Menos mal que siempre que se cierra una puerta se abre otra. O no sé. Lo importante es que el pederasta de Ciudad Lineal ha sido condenado a setenta años de prisión, que, claro, no cumplirá enteros, bien porque tenga un accidente en la prisión -que no sería nada extraño- u obtenga beneficios penitenciarios; vamos, que no va a pasar de veinte años de reclusión. A todo esto, de los pujjjol, ni mús, ni órdago.

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