Los independentistas cobran sin trabajar

Si es que no hacía falta que lo dijeran los sesudos señores diputados. Es que no se daban cuenta sus señorías de que nosotros lo veíamos desde las gradas, desde fuera. Les está entrando complejo de payasos a los representantes del pópuli, con tanta estupidez diaria en las sillas. Mucha culpa de todo ello, ya lo saben, la presidenta del Congreso, la pepera Ana Pastor, que, como su antecesor de partido, Jesús Posada, le permite casi todo a los congresistas y todo a los podemitas. Los buenos lo pagarán con creces; los malos son sólo unos enredadores, como críos atrevidos, traviesos.

Vamos a ver, la última payasada hoy mismo. Los catalufos de elPeCaDete -antigua Convergencia del secesionista y golpista Arturo Mas- y los republicanos de la izquierda se las piraron del Congreso; como no podía ser menos, los de la cantera del circo de los podemitas hicieron lo propio, que son ellos muy solidarios con los afligidos. Todo porque ya no estaba el chulo Homs, que lo han echado. Y le cae bien. Lo penoso es que volvieron a entrar a los pocos minutos los republicanos y los podemitas, que era broma.

Los de elPeCaDete ya no volverán hasta la semana que viene, con toda su cara dura. Ahí están. Es decir, no estarán  durante ocho días, que dejarán de representar a los que los eligieron. Así lo anunciaron; pero, eso sí, no hablaron nada de renunciar a percibir los emolumentos correspondientes al tiempo de la ausencia. En cualquier otro trabajo, esa falta de asistencia sería considerada muy grave, si no hay motivo que lo justifique. Y, en este caso, nada lo justifica: se van porque quieren, y ya volverán, como si nada hubiera pasado. Una manera como otra cualquiera de robar el dienro de los contribuyentes; para ellos, no, más bien al contrario es España la que les roba. ¡Jéjé!

Así que el chulo Homs se marchó ayer por la puerta pequeña. La Justicia habló y lo echó. En su despedida, el hombre se mostraba tan contento y satisfecho. Lo que no sabe él lo contentos y satisfechos que nos quedamos los demás. Ahora, imagino, se irá para su república a recortar papeletas para el referéndum, a la vez que va levantando el adoquinado por si llegan los tanques, que allí estará él, en jarras chulescas, pero en la retaguardia. Para repeler el ataque ya están -la fuerza de choque- los voluntarios, los mismos que -según él mismo y en persona y Mas apuntaron en sus respectivos juicios- organizaron del referéndum del 9N. Ni Mas ni él tienen culpa, ni tienen que pagar la irresponsabilidad de los descerebrados voluntarios. Si ya lo declaró también el catalufo Arturo en el juicio -otro más, y lo que te rondaré morena- del Palau: si eso, a ver los tesoreros, que tenían libertad para disponer de todo. ¡Menuda manga ancha! A él que lo registren.

Ya lo registrarán, ya. De momento, no podrán decir los catalufos que tienen un gran día, cuando se ha conocido que de haber unas elecciones en Cataluña saldrían muy mal parados. Entre los de Juntos por el Sí -Convergencia y republicanos- y los guarrillos de las CUP no sumarían mayoría absoluta, o lo que es lo mismo la perderían. Y otra, pero más gorda: ya son más los catalanes que no quieren la independencia (48,5%) que los que suspiran por ella (44,3%). La brecha continúa aumentando, ahora en casi cuatro puntos. Los datos provienen del Centro de Estudios de Opinión (CEO), de la Generalidad.

Me da a mí que alguien le quiere jorobar las ilusiones al tontín comunista Romeva, que ya firma sus escritos como ministro de Exteriores de Cataluña. ¡Y qué escritos! A ver si va a ser que no. Esto se le pasará, como se pasa todo. O sea, que de aquí a cien años todos calvos.