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sábado, 18 de marzo de 2017

Nada a cambio de nada

Parece como que al presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, le gustara eso de las reuniones secretas; ahora, se divierte a lo Paesa. Primero -y que se sepa- fue el catalufo, el golpista para más señas, elPuigidemón -el hijo del pastelero- y el martes pasado el presidente de las provincias del norte, Urcullu. Al final todo se sabe, o hacen que nos enteren. El uno, elPuigidemón, indigna que pueda ser recibido en La Moncloa, que viene a ser lo mismo que si el Rey de entonces, Juan Carlos, hubiera recibido en La Zarzuela al general Armada aquel 23F. Golpe a golpe, verso a verso.
Lo del otro, lo del vasco Urcullu, al menos, mosquea, cuando tres días después del encuentro secreto los etarras anuncian que van a entregar todas las armas. Digan lo que digan, aquí hay gato "encerrao". Una hora y media de charla da para mucho. Se supone que los dos presidentes hablarían de la aprobación de los Presupuestos, los nacionales y los vascos, y, cómo no, del anuncio de desarme que haría ETA.  Y acuerdo habemus; de hecho, los nacionalistas vascos dieron su apoyo al Gobierno de Rajoy en el decreto de la estiba.
Llama particularmente la atención de la reunión entre elUrcullu y elRajoy el hecho de que el portavoz del Gobierno, a la sazón ministro de las Culturas, Íñigo Méndez, dijera en la rueda de prensa del viernes que el presidente se había enterado del anuncio de los asesinos etarras en el transcurso del Consejo de Ministros y que no se atreviera a predecir o exponer la posición del Gobierno de una manera clara. O no se enteró de la reunión con Urcullu o le prohibieron decirlo, cuando es más que seguro que el presidente español conociera desde el martes lo que iban a anunciar los etarras. O se hizo el "longuis". En cualquiera de los casos, elMéndez quedó muy mal: o como un indocumentado o como un mentiroso. O como ambas cosas a la vez. O como ninguna, lo cual no sé yo cuál sería lo peor.
Y, como decíamos ayer, elMéndez se quedó parado y muy parado en la rueda de prensa, porque no dio una respuesta contundente sobre la comunicación del desarme etarra. Tuvo que ser el presidente elRajoy quien concluyera las frases que elMéndez no supo continuar: "no habrá nada a cambio de nada". También muy ambiguo el presi, muy a lo gallego. Pero, como para fiarse, después de la liberación de Bolinaga y la reunión ahora, secreta, con elUrcullu, Hay memoria histórica de ello, y sobre todo por parte de las víctimas de los asesinos etarras. El tiempo lo dirá. Ya nos enteraremos de si hay pactos o no. Pero, quizá, no nos enteraremos, porque los pactos secretos secretos son. Y cuando a más de uno, quizá, veamos tomando unos chatos será cuando recordemos que de aquellas lluvias estos barros.
Así que a esperar tocan al ocho de abril. Será cuando los asesinos expliquen qué es lo que van a hacer con sus pistolas y, muy probablemente a cambio de qué. Estarán acompañados por los farsantes mediadores y payasos internacionales, para escenificar la comedia. Los de Amnistía Internacional no han dicho que vayan a estar presentes también en el escenario; tampoco han dicho que no. Pero, curioso: recientemente Amnistía Internacional ha emitido un informe muy crítico sobre la gestión con los presos etarras desde que estos anunciaran el fin de la violencia -de los asesinatos a sangre fría- y aconseja al Gobierno español que acerque a los presos etarras a su lugar de arraigo. No dicen qué hacer con las víctimas de los asesinos, ni cómo actuar para esclarecer más de trescientos asesinatos, cuyos autores siguen impunes. Eso parece que no cuenta.

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