O sea que Cataluña es una nación, España
es una nación de naciones, Europa es
una nación de naciones y naciones, el Continente
es un continente y dos continentes son continentes de continentes, y así
sucesivamente hasta llegar a la luna y, más allá, Marte. De ahí el mundo mundial y la globalización galáctica. Y
porque no hay más, que se sepa; bueno, algún agujero negro que otro. Si es que
es así de fácil. Y si no que se lo digan o pregunten –lo mismo da- a elPedroQué que ha descubierto en su
mitin en Cataluña que por decir
tonterías le aplauden. ¡Anda que no estaba contento el rojo! El su amigo elBailón estaba que no cabía de gozo en
sí, porque está un poquito fondón, y sentado se regocijaba frotándose las manos
entre las piernas. ¡Como un niño travieso y con zapatos nuevos!
Para elBailón era como recoger
las mieles del triunfo. Ahí está de nuevo el héroe, ha vuelto; y él le cuidó y
le guardó la ausencia. Igual que como los viejos roqueros, que nunca mueren, Y
he ahí el resultado, pese a la Gestora
de Madrid, la de Javier, tan incapaces como para pararle
los pies a él, elIceta, o a
elPedroQué. Que mejor se había ido el gestor jefe a cuidar unos rebaños por el
norte, porque aquí no ha sabido apacentar ni a cabras ni a ovejas. Que le diera
el aire.
Y el marido de la mujer de rojo,
que nunca debió pasar de cuarto de la ESO
se desfogó, se desmadró: en los socialistas catalanes siempre ha encontrado
lealtad, para con él, “con España, con
Cataluña y con el PSOE”. Dicho esto, que dicen los
tertulianos, miraba al tendido para ver si se lo creían, lo que estaba diciendo;
y no sólo lo creían sino que le aplaudían. ¡Jopé, pues voy que me suelto!
Porque “España no es el problema de Cataluña ni Cataluña el de España”. Pausa,
y vuelta a mirar. Pues, hala, otra ocurrencia más: y si queréis el oro y el
moro, pedid y se os dará. Que eso mismo decía elCetapé a los políticos de allí: acataré lo que decida el Parlamento catalán, el de la comunidad autónoma
de las provincias del noreste, en la actualidad; próximamente República catalana.
Menos mal que los veteranos de la
Legión consiguieron sacar en procesión al Cristo
de la Buena Muerte por las calles de Barcelona.
Olé sus güevos. Más que nada por crear un ambiente bendito en medio de tanta
tontería, de la de elPedroQué y de la de los catalufos. Para que Dios nos coja “confesaos”, si el uno y
los otros se salen con la suya.
Porque de aquellos lodos, como
decíamos hace un pelín, estos barros. Los mismos que en Venezuela. Todo lo que toca elCetapé
se convierte en crisis, en desastre. Y pensar que el ministro de los exteriores
de España, un tal Dastis –que nadie
sabe de dónde ha salido- le ha sugerido a la esposa de Yon Goicoechea –opositor
encarcelado por Maduro- que siga la
vía del diálogo, la sugerida por elCetapé. Eso. Se va la buena señora a la
puerta del palacio de elMaduro y le
dice: aquí estoy, llegamos ya, nuestra señora dolida, que vengo a “ablasos”. Y
todo arreglado. Pero, es que el que se lo dice es el ministro español, de
España, de los Exteriores, Dastis.
Pero, que es que el ciudadano del que estamos hablando, del encarcelado, tiene
la doble nacionalidad: español y venezolano. ¡Coño, algo tendrá que decir el Gobierno de España! Pues, ni un mus ni
un órdago; un tute visto.
Y ya se nota, ya. La marca
zapateril en Venezuela está a la vista. Anteayer, tres muertos; anoche, once.
Nadie sabe cómo ha sido. Lo cierto es que once personas más han perdido la vida
en un país que podría ser de los más prósperos del mundo. Pero, unos pocos lo
quieren todo para ellos y para sus amistades, entre ellas, los podemitas de Pablo Manué, que pasta gasta sí que se
han llevado de los venezolanos. Once muertos en una sola noche, se dice pronto.
ElMaduro y sus acólitos de allí y de aquí están abocando a los venezolanos a
una guerra civil. ¡Y elCetapé, desaparecido! ¡Y elPablo Manué, que si eso, que ya!
¡Y el Gobierno de España, Dastis, por si acaso!
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