Al compás de Dudamel

No saben los díscolos de laPepé cuándo hay que decir que sí y cuándo hay que decir que no, o saber volver la cabeza a tiempo y mirar para otro lado cuando hay que hacerlo. A ver si se enteran. O se van una temporada a las playas gallegas. Y eso que Núñez Feijó es de "pallí"; pero, nada, tampoco se entera, o sí, que también de este no se sabe si sube o si baja. Lo que sucede es que hay mucho "cabreo" entre los peperos, pero sólo son unos cuantos los que asoman la cerviz, pero no mucho, por un por si hasta ver, no se la vayan a romper.

Andan remolones algunos barones con la dirección del partido por eso de lo del Cupo de los vascos y navarros. A ver, que de cuánta pasta estamos hablando en realidad y que para evitar males mayores lo mejor sería café para todos, pues, leche, aquí cada cual tiene su idiosincrasia y las necesidades que hay que cubrir, tanto en Galicia, como en Castilla y León o en la Comunidad de Madrid, que es la que más pasta aporta de todas ellas. Pero, ya se lo ha dicho Rajoy en el primer párrafo, y si le preguntan al coordinador, Maíllo, ya saben, el que las quiera que las coma, que se pueden acompañar con verduras, y el que no que las deje.

Pues, miren, eso de volver la cabeza, o lo que es lo mismo, enterrarla como el avestruz, sí que lo sabe hacer de maravilla Mariano Rajoy, que en breves compartirá mesa y mantel, y suponemos que algo de comida -pueden ser lentejas, como las de Mona Jiménez- con elPuigidemón -que como es hijo de pastelero hasta puede que lleve los dulces para acompañar los anises-, una vez que el sedicioso y su compinche republicano Junqueras -que ahora ha puesto la bala en los cines de NiuYork y se va hasta allí para ver pelis- ya han licitado las urnas para la celebración del referéndum de septiembre. Habrá que esperar con impaciencia la crónica de elFerreras sobre el ágape, el de la Seisteuve, que no se porta mal del todo con los peperos, y si no que se lo pregunten a Ignacio González. A ver, que donde las dan las toman.

Esto de los golpistas catalufos es como si Tejero fuera un día al Congreso y dejara a la entrada unas armas, advirtiendo de que nadie se las toque que ya se verá para qué las quiere; otro día, aparca por la entrada unas tanquetas; otro, aposta unos cuantos números; otro, ya se pasea por los pasillos acompañado de los suyos; otro, come con la presidenta de las Cortes y le dice que él sigue a lo que va, que tiene previsto dar un Golpe de Estado. Así de sencillo. Pero, bueno, si sólo es eso. Y todos los que lo ven por allí miran para otro lado. Y él que se pasa dictámenes y leyes por la entrepierna, así, adoptando postura chulesca, "enjarrao", como el homólogo Homs. Pues, ídem, o sea lo mismo.

Sin lugar a dudas, está de moda lo de mirar para otro lado. Porque es que el Gobierno de España parece que no se ha enterado de que en Venezuela las cosas se están poniendo muy oscuras. Todavía, a estas horas, no sabemos -nadie sabe, excepto Maduro y su recua- qué suerte ha corrido el líder opositor Leopoldo López, si está vivo o está muerto. ¡Muy fuerte! El nuestro ministro de los Exterirores, Dastis, tartamudea si alguien le pregunta por Venezuela, lo cual parece normal, él no es de allí, que no le cuenten historias. Pero, es que ni elCetapé a vuelto a decir que su boca es suya, y ya los mal pensados creen que hasta, quita "pallá", pudiera tener una Fundación en Valencia. Pero, miren, si es que Gustavo Dudamel ha tenido que dejar oír al mundo su grito "desgarrao", desesperado por lo que ocurre allí. Y aquí, mirando para otro lado, no se vayan a molestar elPablo Manué y su maná.