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miércoles, 10 de mayo de 2017

Las amenazas de la farándula

Pues, eso, que era lo que nos faltaba, que los de la farándula de las vascongadas amenacen a "toquisqui" en aras de su libertad de expresión para que los demás nos coartemos, nos autocensuremos nuestra libertad de expresión. Pues, eso, que vaya, que a ver si tienen güevos, y allí nos vemos en los tribunales cuando les venga en gana, que allí estaremos. ¡Faltaría más! Es que resulta indignante, coño, que para defender a los proetarras, que lo que han hecho es verdadera apología de terrorismo, vengan a querer acochingarnos, por muy chicarrones del norte que se crean.
Están en contra de que se haga un "boicó" a la serie esta nueva de AntenaTres "La casa de papel", porque una de las protagonistas sea una proetarra, declarada y confesa, Itziar Ituño, que, paradojas de la vida interpreta un destacado papel dentro de la Policía Nacional; sólo le faltó que en vez de eso fuera una "picoleta", como ellos llaman a su odiada Guardia Civil. Esta elementa, además de exigir la libertad de los asesinos etarras, desde un balcón de un ayuntamiento dijo echarlos de menos, pero que sus semillas habían fructificado.
Hombre si para estos de la farándula -me imagino que mayormente los directivos de la asociación vasca de actores-, eso es libertad de expresión, no hace falta que me disculpen, está más claro que el agua que se trata de verdadera apología del terrorismo. Lo lamentable es que a jueces y fiscales el aire, que es muy fuerte, les impida oír.
O sea, que ellos sí pueden decir lo que les plazca, y a los demás nos amenazan, porque lo que queremos decir a ellos no les gusta. O lo que es lo mismo, son estos miserables los únicos que están en posesión de la verdad y los únicos que pueden decir y decidir lo que es o no es libertad de expresión. Ni saben, ni entienden.
Cada quien es cada cual. Y cada uno que se atenga a lo que manifiesta. Porque, claro, ahora somos los demás los culpables de que ellos, por sus ideas terroristas, no encuentren trabajo. No, hombre, no, que ya son mayorcitos, que no se puede mamar y morder. Y los demás, aunque nos consideren lo que nos consideran no les vamos a poner también la cama; más bien, todo lo contrario, un valle de espinas, que para lágrimas las derramadas durante años por las víctimas de los asesinos etarras a los que defienden.
Mala entrañan tienen estos demócratas de pacotilla e inútiles; mala. Tanto como elRata del suburbano de Madrid, el podemita Monedero, que apoyó en manifestación a los agresores proetarras, que, en manada, atacaron a los guardias civiles y  a sus novias en Alsasua; además de tonto, nos quiere tomar al personal por idiota. Que, es que verán, decía el del flequillo a la cazuela que los israelíes son los malos, que mataron a balazos a una joven de veinte años, tan sólo por ser palestina. Y como se coge antes a un mentiroso, y mala persona, que a un cojo, omitió que ésta, previamente, intentó asesinar con un cuchillo, al grito de Alá es grande, a un soldado israelí. ¡Tente, Monedero, tente, que ya te conocemos de hace años!
La mentira de elRata tenía una motivación obvia: ocultar las más de treinta muertes con violencia ocasionadas en los últimos días por los militares y paramilitares de Nicolás Maduro. Es que elRata y los suyos siguen sin condenar el régimen de Venezuela, quien los ha forrado a dólares, y no hay que morder la mano que les da de comer, o al menos les engorda las cuentas corrientes. Es que parecen todos "cortaos" por el mismo patrón.

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