Los podemitas, a la playa

Estos podemitas si salen más malos los vemos con tridente, rabo y orejudos. ¡Ay que ver, pero qué sinvergüenzas¡ ElPabloManué, que quiere que los independistas catalufos se queden con nuestro pedazo tierra de Cataluña, en la que tanto y tanto hemos invertido. Es que dice el payasete que teme que el Gobierno de España utilice la fuerza para evitar el referéndum que nos quiere plantar en agosto elPuigidemón, el hijo del pastelero. Coño, no sé si la fuerza, pero sí está legitimado para usar todos los argumentos precisos que le otorgue la Ley, pese al abad de Monserrá. Lo triste es que elRajoy lleva más de un año de retraso en su aplicación, y de aquellos barros estos lodos.

Si el presidente del Gobierno de España hubiera utilizado en el 9N todos los argumentos que le concede la Ley no estaríamos como estamos, esperando a que el golpista elPuigidemón y todos sus acólitos y socios nos declaren que se van, que hasta aquí hemos venido, pero en agosto. Ni referéndum ni leches, que hasta ahora todo lo que vienen haciendo en público son maniobras de distracción y ya lo tienen todo preparado para darse el piro. Y lo curioso es que motivos hay para que todos los catalufos estuvieran ya en la cárcel.

Nos viene este payaso podemita con sus payasadas, y cuando nos queramos enterar ya estará en el saco también elPedroQué, el nuevo jefe de laPesoé, que igualmente, de aquí a septiembre, aprovechando el verano -como todos los mediocres- tiene preparada una escabechina que no va a reconocer al partido ni la madre que lo parió, que diría el pesoísta Alfonso Guerra.

Son real y verdaderamente malos, de verdadera maldad, estos podemitas. Su fin, atacar a España, romper el Estado español, como sea, como es ley entre los comunistas para lograra sus fines. Además de apoyar a los golpistas catalufos, y sin ir más lejos, han convocado de manera oficial -no es cosa de cuatro chiquilicuatres, que acaso lo sean- una manifestación, concentración, provocación contra en el centro de Guadalajara. Claro, en contra de las Fuerzas Armadas españolas, que celebran su día en esa ciudad con un desfile. Y eso a los españoles nos duele. Coño, y más los gilipollas que se lo permiten, porque el delegado del Gobierno les podría haber dado el permiso para la concentración, pero hombre de Dios, que no meta al zorro en el gallinero, que se manifiesten en las antípodas de donde se celebra la parada militar. ¡Tontos los ha habido siempre y los habrá!

Y el que nos faltaba, Julio elRojo. Sólo de pensar que este elemento fue el JEMAD, se nos abren las carnes. Como siempre, elCetapé la cagó, que él lo nombró, como a Bibiana Aído, que está como loca por cepillarse a la lozzzana andaluzzza. ¡Vamorro el de elRojo! Nos sale conque es antimilitarista y presume de contribuir a que la gente viera que en podemos "no todos somos perroflautas". ¡Cara, cara, cara! Es tan ignorante y analfabeto que no se da cuenta de que elperroflauta es él, que para eso no hacen falta ni perro ni flauta. Es un sentimiento que se tiene o no se tiene. El notiene, pero no lo sabe ¡Y que haya sido el mandamás de los ejércitos de España. ¡Manda huevos!

De todas formas, de lo que hagan o digan esta gentuza no hay que extrañarse. Miren hace unos días, cuando un periodista, Kakelo, le preguntó por la situación en Venezuela a elRatadelMetro de Madrid, sí a ese, a elMonedero, esté le arreó un cabezazo en toda la cara. Eso no es, para los podemitas, violencia, es libertad de expresión. Como en aquella ocasión en que este mismo rata le metió un puño -que diría Ruiz Mateos- a un alumno en la Complu, porque estaba fumando. Como no es violencia la que ejerce Maduro, uno de sus ídolos, en Venezuela. Como no es violencia ahorcar a los homosexuales de una grúa, como hacen en Irán. Como no es violencia los asesinatos de la su banda amiga ETA. Como no es violencia los asesinatos yihadistas de París, Londres, y los de los cristianos coptos egipcios -hoy mismo-, en su mayoría niños, como en el atentado de Manchester. Como no es violencia querer romper España.

Sólo los podemitas están capacitados para decir lo que es o no violencia; lo demás, es libertad de expresión. Y en verdad, en verdad les digo que mejor se iban a la playa todos estos podemitas y, si a mal no viene, se bañaban. Ya está, dicho queda. A ver.