Traductor

Buscar en este blog

miércoles, 3 de mayo de 2017

Un pacto de vergüenza

Sí, sí, tal cual se preveía, el Gobierno de Mariano Rajoy pactó con los del Partido Nacionalista Vasco (PNV) los Presupuestos Generales del Estado. LaPepé tendrá sus presupuestos y los demás más de cuatro mil millones de euros menos. Si sumamos esa cantidad a los más de cinco mil millones que Rajoy le dio a los catalufos, en menos de dos meses el regalito a las autonomías díscolas, tal cuales son Cataluña y las Vascongadas, nos sobrepasan los diez mil millones, que por arte de birlibirloque nos desparecen lo mismo que aparecen conejos en la chistera. Pues eso.
No digamos ya si a toda esa millonada añadimos, es un decir, el importe de lo de los ERES de los campos de mi Andalucía, lo de Valencia, lo del "caso Palau", lo de la Gürtel, lo del Canal de Isabel Dos y, más recientemente, lo de las eólicas de Castilla y León, estamos que lo vertimos. Y no es que como dice el ministro de las perras, elMontoro, que ahí como lo ven que parece un gañán con traje, estemos de celebraciones o no sé qué de las borracheras. Lo cierto es que este país tiene el bolsillo roto, y cuando el dinero no se va por el descosido, los que pueden lo reparten como si de una rebatiña de bautizo se tratara; aunque, siempre va a parar a los mismos sitios.
Porque, vamos a ver, que no nos hagan comulgar con ruedas de molino, de esas de las aceñas. Que eso de lo del Cupo es algo más picaresco que todo lo pícaro que fue el Lazarillo. Pero, la diferencia es que nosotros vemos, y por eso nos duele todavía más. El nuestro dinero va de acá para allá, y nosotros ni lo olemos. Ambos gobiernos, el central y el autonómico vasco, saben que todo eso del Cupo es un paripé y que siempre salen ganando los del extrarradio. Siempre. Recaudan, gastan, y las migajas para el Estado, que siempre perdona. Ni tan siquiera las que entran por las que salen. Y menos es menos.
Si bien decía el vasco que esto era un acuerdo económico y político. Porque aquí, además de las pelas, se ha fraguado otro acuerdo, pero no lo dicen, y, si no es así, que lo desmientan. A ver cuánto tiempo tardamos en saber que hay presos etarras terminales que tienen que ser excarcelados -como Bolinaga-, a ver cuánto tiempo transcurre de hoy a que una veintena de presos etarras enfermos sean trasladados a prisiones cercanas al País Vasco, a ver cuánto se tardará en aplicar un acercamiento de los asesinos etarras a prisiones que disten como máximo doscientos cincuenta kilómetros de las provincias vascongadas, a ver si a no mucho tiempo el Gobierno central cede las competencias de la administración de prisiones a los nacionalistas vascos y cuánto tardan estos en pedir el traslado a sus prisiones de los presos etarras. Con esta competencia bajarían los millones del Cupo probablemente, aunque habría que verlo. Sí descendería, seguro, el número de reclusos etarras, probablemente hasta el número cero.
Y de oca a oca, porque están muy dolidos los catalufos, pobriños, porque dicen que el Estado les está haciendo fracasar en sus relaciones exteriores, que nadie los quiere ya. Ni los Unaited Esteis, ni el cacahuetero Clinton, ni los macedonios, ni los marroquíes, ni el alcalde de Los Ángeles. Que la diplomacia española los está boicoteando. Sobrevaloran las actuaciones del Estado en el extranjero. Ya lo creo. Lo suyo es como el que tira una piedra a lo alto, que cae por la fuerza de la gravedad, y, si no, por su propio peso.
Pero, claro, a alguien tienen que echarle la culpa estos incapaces catalufos. Ya se la cargaron a los civiles como organizadores del 9N. Y ahora pretenden hacer una colecta para que estos mismos civiles paguen la multa y los gastos que los juicios para su "deshabilitación" les han costado a Mas y al chulo Homs. ¡No te digo! Estos como el podemita Pablo Manué, que dice el faltón que lo insulta el presidente de la Gestora de laPesoé, Javier Fernández. Y eso que todavía nadie lo ha mandado a que se vaya a la playa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentar con respeto