El Vaticano, contra los obispos catalanes

Vamos a ver, vamos a ver, que esto parece que se le complica, que se les está poniendo chungo, a los golpistas me refiero. Porque es que si hasta hace dos días estaban convencidos de que la su cuestión estaba apoyada y bendecida por el Santo Padre, precisamente, coincidiendo con el ascenso a cardenal del arzobispo turolense, se les está volviendo la hostia, y más. Ya puede elPuigidemón -el hijo del pastelero- rezar Al que está en los cielos, porque este de aquí, el de la tierra montañosa, se la ha metido, como quien dice, doblada.

No es el de Monserrá abad, sino más bien chamán y, como todos los fulleros, un mentiroso, retorcido, conspirador y malvado. La virgen "moreneta" no lo quiere ya; pues, a ver qué va a hacer o a dónde irá. Lo salva que el presidente de la Generalidad sólo lo es de eso -y no se sabe por cuánto tiempo- y no de la república catalana, que si no ya estaba "desterrao" y, ojo, no se le vuelvan las tornas y quede "excomulgao", que es la moda. Que de todo puede suceder en la viña del Señor, que no se puede ir diciendo por los rincones que tiene línea directa con el Papa Francisco y que este está por los del Golpe de Estado.

El secretario de Estado -ese, sí- del Vaticano, Pietro Parolín -nombre y apellidos que aquí pueden llegar a provocar sonrisas, pero que allí quien los oye tiembla- le ha dicho a laViceSoraya que "tranqui", que los curas que mandan están convencidos de que "España es una decisión de los españoles y del conjunto de los españoles y de la democracia de los españoles. Este es un tema en que todos los españoles tienen que decidir". Traducido al Castellano, que es más clarito y se entiende mejor: derecho a decidir, sí, pero para todos.

Hombre, pues visto desde ese punto de vista, la postura vaticana es del todo la más lógica y razonable. ¡Ya era hora! Coño, que no se puede echar de su propia tierra a la gente que no está de acuerdo con lo del referéndum, a la postre con la independencia. No se dan cuenta los golpistas de que es una faena tener que andar de mudanza, moviendo toda la casa de un lado para otro, buscando trabajo, escuela para los niños, y eso, cuando los catalanes que se sienten españoles -que son más de los que se piensa el hijo del pastelero- se vean en esa obligación, en la de tener que exiliarse, cuando esa tierra es tan suya, como la de los golpistas; en definitiva, de todos los españoles. Son ganas de andar jorobando la marrana. Total, "paná"

Y a ver qué hacen ahora los obispos todos de Cataluña, que ya se pronunciaron a favor del derecho ese a decidir, es decir por la independencia, por el Golpe de Estado. Malos pastores son los purpurados golpistas, malos para con gran parte de su feligresía, a la que han abandonado a su suerte. A ver, ya digo, después de lo manifestado por elParolín, que no es un cualquiera en la curia romana. Es cierto el dicho que reza -u ora- que Dios los cría y ellos se juntan. Menuda tropa clerical catalana, incluido el nuevo cardenal, el turolense independentista, monseñor Omella, al que ni "pintao" le viene el hábito. Ahora sólo hay que esperar -y que se produzca- un movimiento vaticano. Vamos, que se van todos por las patas abajo.

Es lo que le está pasando a los golpistas, que andan ya "escagarruciaos". Nadie se atreve a plasmar una firma en documento alguno que tenga algo que ver con el referéndum. ¡Lagarto, lagarto! Que como vengan mal dadas, la inhabilitación es lo de menos, lo importante es que se están rifando billetes -ya hay cola- para los buses a Jerez. Y esa es otra canción con otra letra. Así que, por de momento, ni urnas de metacrilato ni leches, que si acaso de cartón, como en el referéndum de Mas, si es que antes nadie les hace un favor para impedírselo.