Coñe, coñe, ahora
sí que parece que está preocupado el nuestro Rey por su futuro y el de la monarquía. Y eso que elPedroQué no se ha dejado barba para
rasurar; pero Felipe VI está que de
un momento a otro pone las suyas a remojar. No le está gustando nada, pero que
nada de nada, la postura que está adoptando el nuevo secretario general de laPesoé. No termina de entender ese nuevo
cuño de la plurinacionalidad de España
y un solo Estado soberano, que es lo
mismo que decir un Estado verdadero.
Bueno, la verdad
es que casi nadie entiende la deriva de elPedroQué
con lo de la plurinacionalidad. Pero, el hecho de que el podemita elPabloManué también se enfrasque en el
concepto, le resulta muy sospechoso al Soberano,
y a los demás. Y teme que todo esto concluya en la búsqueda de un Estado Federal Republicano, donde
lógicamente no cabe el Rey. O acaso
sí, que con esta gente nunca se sabe.
No descansa bien
el Rey, porque a este problema se le suma eso de los nacionalistas catalanes,
secesionistas, que andan con ganas de arrebatarle a partir del 1-O un pedacito del reino, con lo cual
no podría presidir con la corona completa los actos públicos. Y eso es feo. Le
pesa el recordar las pijadas que hizo atrás, llevando de copiloto –aunque fuera
en un Mercedes- al expresidente de
la Generalidad de Cataluña, Arturo Mas, inhabilitado políticamente
por los tribunales, por malo. También se iba de comidas con él, y con elPuigidemón igualmente.
Los súbditos
soportaban estoicamente tamaños desmanes del Monarca, que, mientras se quería congraciar con los que pretenden
robarle un cacho de corona, menospreciaba de manera constante a los que le
aplaudían y agitaban los banderines con la enseña nacional, la de España. Pero,
él, el Rey, como quien oye llover. No tiene
por qué extrañarse don Felipe, es lo lógico. Detrás de aquellos barros
estos lodos; pero, sí tiene motivos para preocuparse, por el cariz que están
tomando los acontecimientos y porque el marido de la mujer de rojo donde hoy ve
blanco mañana ve negro. Y eso no augura claridad alguna.
Si es que le pasa al Rey lo mismo que al cardenal
Osoro. Leche, que le faltó tiempo al
cura para perdonar a la concejala podemita Rita
Maestre, cuando esta asaltó y atacó la capilla de la Complu, al grito de “arderéis como en el 36” y otras tantas
lindezas, como “menos rosarios y más bolas chinas” y “contra el Vaticano poder clitoriano”. Pues, si la
perdonaba el poder del cielo cómo no la iba a perdonar el poder judicial
terrenal.
Que no se lamente
ahora el cardenal electo, porque la capilla de la Universidad Autónoma haya sufrido igualmente un asalto con
“artefactos indencdiarios. Nadie sabe quién ha sido, pero alguien se imagina
quién lo ha perpetrado. Resultado: una pintada en el exterior, una ventana
rota, daños en paredes y suelo y en una puerta y dos imágenes sacras dañadas,
una de San José y otra de la Virgen. Pudo ser más grave, porque los
atacantes plasmaron su intención en la pintada: la iglesia que ilumina es la
que arde. Monseñor Osoro los perdonará, porque no saben lo que hacen; la Justicia, si los atrapa, también, que
antecedentes haylos en la podemita laMaestre.
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