La manada, en la moción

Oigan, de verdad, tal cual, que como si de una "maná" se tratara estos podemitas no saben ir a parte alguna si no es de esa manera. El jefe, elPabloManué, es la estrategia que promociona para sentirse reconfortado y querido; así le crece la autoestima. Pese a que nadie lo quiere ya. Así, ya digo, en manada se presentaron en el Parlamento autonómico madrileño, que allí se debatía la moción de censura contra laCifuentes. Inspirado estaba elColetas, que auguró "un paso en el camino de esperanza". Lapidaria frase la del podemita. ¡Jopé!

No se sabía si quería decir que laCifuentes estaba a un paso de su predecesora, laMetePatas Esperanza Aguirre, o si después de esta moción podemítica, el cielo se abría para nosotros todos. Ahora, que el más sorprendido de la interpretación a su sentencia fue el propio Pablo Manué, que admirado estaba de ello, que se le había ocurrido a él solito, sin asesoramiento. Fíjense, cómo no  va a querer el personal a Pablo Manué. Si es que está como obsesionado con la querencia. Que sí, hombre, que sí que el público lo adora. ¡Ala, qué contento se queda! Es como un niño.

Pero, como la "portavoza" defensora de la moción no oyó las palabras de elPabloManué no se le ocurrió otra cosa que  predecir un "apocalipsis" -no dijo lo de now- en Madrid por culpa de LaCifuentes". Y que no es por contradecir al jefe, que es que Lorena Ruiz-Huerta, que así se llama la individua, buscaba un salto a la fama y no iba a perder esa oportunidad tan linda, la ocasión, en la que elEspinar la escuchaba boquiabierto, bien "espabilao", que para eso se había tomado antes un par de cocacolas y unos gambones, porque la circunstancia así lo requería, con el jefe de filas en la grada, observando, escrutador, escoltado por la "maná", que también lo quiere.

Ya puede estar tranquilo ya, hasta fumarse un puro o faria, elPresiRajoy. Como si lo viera, "descojonao", porque si esto es lo que saben hacer estos en una moción de censura, "mecagüendiez", el martes -y 13- se los comen los peperos. No, si ya dicen que la novia -porque novia no hay más que una; al menos de momento-, Irene Montero, anda estos días con retortijones de barriga, que achaca, por supuesto, al cambio climático. Y manzanilla va y tila viene.

Y como aquí "toquisqui" pontifica, nos llega ahora desde el extranjero, muy progre el tipo, ya ven, Pepe Guardiola. Sí, el mismo que se forró jugando con la selección española de fútbol, a la que "iba encantado" representando y defendiendo a España. Pues, nada, que no viene a predicar sobre el "sí" o el "no" Cataluña independiente. Este elemento siempre fue un cara dura, y con el paso de los años le ha aumentado, se le junta con la cocorota. Explica el sinvergüenza que él lo que defiende es el derecho a decidir, que se han sacado de la manga Pujjjol, Mas y Junqueras, a elPuigidemón -el hijo del pastelero- se lo dieron hecho- y por eso va a leer el manifiesto independentista del domingo. Ya, si ya, si eso, que todos los demás españoles somos tontos, que elPepe y los demás decidirán por nosotros, que no hace falta que nos movamos, que ya lo hacen ellos por nosotros, que para eso están ahí los sus admirados y "valientes" Mas y elPuigidemón.

Le sucede lo mismo que al otro que corre tras el balón, elPiqué, que se dice para sus "endentros" que el jugar con la selección, lo está forrando de la pasta y "me cago en todos ellos", así como un decir. Total unos pitidos más o menos no van a ningún "lao". Y, encima, se va abriendo paso a la ansiada presidencia del Barcelona, equipo de fútbol que ya se ha declarado independentista, que sólo ha ganado la Copa del Rey -laLiga y laChampions fueron para el Real Madrid-, pero que sólo defiende el derecho a decidir, el suyo por supuesto, no el nuestro.