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martes, 20 de junio de 2017

Ni Código Ético ni coherencia: cara dura

El código ético de los podemitas, ya se sabe, es dúctil y maleable, adaptable a cada situación que a ellos les interese. Lo fue cuando la "portavoza" de laSeñáManuela era imputada por asaltar la capilla de la Complu, y salvada en último instante por gracia divina y la influencia de monseñor Osoro. Y lo es ahora, cuando un juez ha imputado a  los concejales podemitas -ya podemíticos- Carlos Sánchez Matos -el de las pelas- y Celia Mayer, la que lo fuera de Cultura. También está en el saco la exconsejera delegada de Madrid Destino, Ana Valera.
No por nada, simplemente por malversación de caudales públicos, prevaricación y delito societario. No, nada, sencillamente, nueve delitos, tres por cada. Todo a cuenta de los más de cien mil euritos que pagaron a dos gabinetes de abogados para que estudiaran e investigaran las supuestas irregularidades que, dicen, se habían cometido en el "Open Madrid".
O sea que de ejecutores se convirtieron en delincuentes, porque la opción de la investigación la otorgaron de "motu propio", o mejor, de "dedo propio", sin pasar por ninguna mesa de contratación y sin conocimiento de la alcaldesa, es decir con un puenteo monumental de la primera dama del ayuntamiento madrileño. Lo que más se permite en concesión digital, de dígito, directa, son dieciocho mil euros. De ahí a cien mil va un largo trecho.
Bien, pues ahora, los de Ahora Madrid -la facción podemítica del entramado podemita- explican que sus concejales no están obligados a dimitir porque en su código ético se especifica que si lo que han hecho lo hacen sin buscar el "lucro", no tienen que dejar sus sillas abandonadas, que además, estaría muy feo. Y si lo dicen ellos, como si lo dijera Blas, punto final. Es democracia, es libertad de expresión.
Como son tan corticos no son capaces de interpretar que estaban "lucrando" a unos terceros, que, a su vez, podrían lucrar a unos primeros. Pero, ¡quiá!, imposible. Algo así, o similar, se juzga en el caso Gürtel. Ya digo, que largos no lo son, pero ávidos aprendices, como el hambriento que aprende todas patrañas para poder comer. En poco más de dos años se han puesto a la altura de los "viejos políticos", a los que llamaban los de la casta, y en la actualidad los de la trama.
A la espera estamos todos de la reacción de laSeñáManuela. A ver si los cesa a ambos concejales o los aparta "de un manotazo", si no por la imputación, al menos por haberla "puenteao" de manera tan chunga, sin respetar el cargo, ni la edad ni las canas. Lo que no deja de ser una "putá". Y cuando decimos que todos esperamos, incluimos a los de laPesoé, que son los que mantienen a los podemitas en el Gobierno del ayuntamiento de la capital del reino. Porque los de laPepé, que fueron los que los denunciaron, ya se sabe, que desean que mientras más pronto se vayan mejor, más pronto se abrirá la crisis en el seno podemítico. Los Ciudadanos de laVillacís, por supuesto que lo quieren también.
Como los imputados no van a dimitir, porque ya no los obliga su código ético, el futuro de ambos depende, por un lado, de laSeñáManuela -que no gana "pasustos"- y de los pesoístas de laCausapie, por otro. Estos no se van a mover hasta que no les llegue el motorista con las órdenes de arriba. Y los de arriba -¡ay los de arriba!- ya decían por boca y voz del alcalde de Valladolid -a quien sostienen los podemitas en su ayuntamiento- que un futuro Gobierno de España teniendo por socios a los de elPabloManué "es posible" y "hasta sería bueno". Sí, eso comentaba el nuevo portavoz de laPesoé, Oscar Puente, por donde debajo del mismo pasa el Pisuerga, que ya ha dejado de ser de Cataluña.

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