Ahora, protección

Si hasta ahora había que definirlo como el hijo del pastelero, sin ánimo de ofender a la su progenitora, hoy hay que decirle que la concha de su señora madre. Es un mezquino este elPuigidemón -por cierto, el hijo del pastelero-. Lo que ante todo persigue este cerebro de mosquito, un vago pesebrero que no ha hecho nada de provecho en su vida, es pasar a la posteridad, a la Historia por ser el individuo que hizo posible el referéndum del UnoaCero. De lo que pueda suceder de ahí en adelante ni se lo puede imaginar -no llega a tanto su diminuta inteligencia- ni le importa.

Quiere el mosquita muerta aprovechar la masacre de Las Ramblas para politizar, nacionalizar "el atropello" -que diría el impresentable podemita Alberto Garzón-, y ya, desde el minuto cero de la masacre comenzó a insultar, a calificar de mezquino a todo aquel que pretendía ligar separatismo y atentado terrorista. Que se sepa, nadie lo hizo, fue él solito el que se lo inventó para asegurar en esos dramáticos momentos que él seguiría con su hoja de ruta y que el referéndum se celebrará.

Aquí el único mezquino, cara dura y sinvergüenza es el hijo del pastelero. Inteligente elPugidemón no lo es, eso lo ha demostrado de manera reiterada; pero, malo, eso sí, todo lo que imaginarse puedan; es la "calidad" inherente de los descerebrados. Desde el primer momento ha utilizado a las víctimas para sus fines y tratando además, de menospreciar a España y a todos los españoles. Su primera intervención en Catalán -y sin esperar la llegada del presidente del Gobierno de España- cuando el mundo entero estaba ansioso de noticias, constituyó el culmen de su maldad, ignorancia. El universo tuvo la oportunidad de conocer  que al frente de Cataluña se encontraba un loco. Recordaba al estúpido de Guardiola, cuando pedía a las democracias occidentales su apoyo para liberar a la comunidad autónoma catalana de la opresión del Estado español.

Desde el día en que Guardiola consumó la mayor de sus estupideces -y tiene cometidas un montón- no levanta cabeza; es lo normal, porque pocos se fían ya de quien está al borde de la raya, más para allá que para acá. Algo así le está sucediendo al hijo del pastelero, que si ya estaba cuestionado en su propio partido, elPeCaDeTe, ya comienzan a considerarlo un "pirao". Habla cuando no debe y dice lo que nadie quiere oír y se ha convertido en el esclavo de los guarrillos de las CUP. Ha quedado como un guarrillo más, de lo que se ha beneficiado, de sobras, el republicano Junqueras, que con sus silencios se ha dejado entender más que elPuigidemón y sus dos adláteres, el que no llega ni a gilipollas, su consejero de Interior, y el Mayor de los de laInvencible, que hasta hablaba mal el Catalán y se lía en sus intervenciones públicas, porque había "dormido muy poco".

Demasiado permisivo se mostró elPresiRajoy dejándolo estar a su lado. Demasiado, ya digo, pero correcto, como, al menos en estos días, parece ha sido la actuación del Estado, en medio de la barbarie. Quizá haya ganado tantos puntos elPresiRajoy entre los catalanes como han perdido elPuigidemón y la alcaldesa de Barcelona, la podemita Colau, que se negó a la colocación de bolardos en Las Ramblas, cuando estaba advertida.

Todavía son muchos los puntos oscuros que faltan por aclarar en esta masacre. Démosle tiempo al tiempo. Lo que resulta evidente es que los terroristas buscaban un mayor número de muertos. Esta vez no lo han conseguido. Y no hay que descartar que lo vuelvan a intentar. Por ello todo lo que se haga y que se invierta para protegernos no estará de más.

Al contrario que con ETA, integrada por asesinos, a la que el Estado aniquiló, con los yihadistas se trata de una guerra de estos fanáticos contra Occidente, contra nuestra civilización. Será el Estado junto con los demás estados los que tengan que librarla, sin contemplaciones. Cataluña, por si no lo saben los catalibanes, es una región de España, sin capacidad para afrontar guerra alguna, pese a la actuación que hayan podido tener en este caso los de laInvenvencible, cuyos mandos tendrán que dar todavía muchas explicaciones.