Ya no cantan tanto
los golpistas como lo hacían la noche del TarracoArena.
Parece como que la Guardia Civil
está cada vez más cerca de las llaves “matarilerilerón”. Seguro que habrá más
carteles por otras imprentas, más dípticos, más propaganda ilegal, pero lo que viene
a resultar incuestionable es que ya son millones
los carteles de los que se ha incautado la Benemérita
y que, curiosamente, en la misma empresa que se imprimieron los de elPuigidemón –el hijo del pastelero- y
de los republicanos de elJunquera, se
hallaron los de los guarrillos de las CUP.
Hay que tomar
nota. Ya se verá ya, quiénes son los empresarios dueños de esas imprentas, que
todavía no nos lo han dicho, quién les ha encargado todo ese trabajo –una pasta,
que son millones de carteles- y con qué dinero se ha pagado o se tiene que
pagar. Muchos rebotes, por tanto. Pero, no como los delincuentes paniagüados y
pesebreros de la ANC, que ante la
efectividad de la Guardia Civil amenazan –estos siempre amenazan- con una “pegada”
masiva de carteles. Estupendo, y que con su pan se lo coman; pero, mandarán a los
voluntarios, porque los dirigentes son muy cobardes para tal asunto.
Además –que lo
sepan- se han levantado los golpistas para desayunarse con sapo, con o sin
leche, con o sin esa tostada que hacen con tomate para disimular el mal jamón
que le ponen. Más de mil personas entre “telectuales” y mundo de la farándula de
todo el país han firmado un manifiesto, rechazando el referéndum del UnoaCero por considerarlo “una trampa
antidemocrática” e instan a los catalanes a no participar en lo que consideran “lo
opuesto a un ejercicio de libre decisión del pueblo” catalán. ¡Jope, y eso
duele! Y más cuando los del manifiesto se consideran en su mayoría de
izquierdas y contrarios a la política de Rajoy.
Entre los firmantes catalanes, Rosa
María Sardá, siempre polémica, siempre provocadora, que, a la vez, se venga
del ridículo al que la expusieron los golpistas en la manifestación que
manipularon por las víctimas de los atentados del 17A.
Avisados quedan
los partidos de izquierda, que no cuenten con los del “1-O, estafa antidemocrática” si piensan apoyar a los sublevados. Y
en estas estamos que laPescadera,
alcaldesa podemita de Barcelona, ya
ha anunciado que en su ciudad sí se va a poder votar, tirando la piedra y
escondiendo la mano, pero –ya “retratá”- apoyando la celebración del referéndum
y, por supuesto, la independencia, como también lo ha hecho el igualmente
podemita, elPabloManué, el Día de la región catalana, el once de
septiembre, gritando bien fuerte, para que se le oyera, que ¡Viva Cataluña libre! Ahora eljodío,
anda como escondido; pero, miren, los ecos llegan y permanecen hasta en Monserrá. Los de laPesoé han sido más listos.
No han sido ni cien
ni doscientos los firmantes del manifiesto, en su gran mayoría, repetimos, de
izquierdas, lo han avalado más de mil, que ya es cifra considerable para poner
a tantos de acuerdo y, en principio, sin interés crematístico alguno. Son más
que los setecientos tíos de la vara, que esos sí que cobran y que como no ganen
la partida tienen mucho que perder. Ya lo ha dicho el ministro español de Justicia que si hay que cepillarse a
los setecientos de la vara se hará. Eso, con un par. Y nosotros que lo veamos.
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