El ventilador de Tururull

Vamos, vamos, vamos, que ya llegó Jorge Tururull. El portavoz de la Generalidad catalana, constituido en el Capitán Trueno de los golpistas reta a "tóciriburri" a que el más listo diga que los atentados de Barcelona se podían haber evitado. Bien sabe elCapi -no por inteligente, sino porque lo ha oído, como los demás- que no existe la seguridad al cien por cien. Pero, hombre, se podría haber buscado otra disculpa para defender lo indefendible, que así da mucho el cante, por no decir que el ridículo se esparce más allá de las fronteras.

Claro que es muy difícil evitar un ataque terrorista, pero no imposible; de hecho, se han frustrado cientos de ellos. Aún así, otros se han producido. Pero, claro, otra cosa muy distinta es tomarse a "chunga" los avisos que les llegaron a los jefes de laInvencible -uno desde Bruselas y otro desde los Estados Unidos-. He ahí la clave de la cuestión. Pues, eso, lo de la "chunga", lo de no hacer caso, el no tomar las medidas necesarias para evitarlo. Y lo peor, y lo más grave -después de producidos los hechos- es que estos catalibanes quieran negar la evidencia; es decir, mienten como bellacos.

Este elCapi -Tururull- viene a decir que otras policías españolas también desoyeron los avisos, lo cual ya se lo han desmentido, pero le da igual. ElCapi este viene a decir que es todo un montaje y una campaña contra los Mozos, lo cual supone otra majadería por su parte, porque nadie ha acusado a este Cuerpo de Seguridad, que paga el Estado español. Aquí a los que se acusa de una total negligencia es a los mandos naturales de laInvencible, al consejero de Interior - de cuyo nombre es mejor ni acordarse, aunque su cara no se puede olvidar- y al Mayor de los Mozos, al charnego Trapero y, por supuesto, al portavoz y consejero de Presidencia del Gobierno de allí, y, en última instancia -o primera- al presidente de esa autonomía, elPuigidemón, el hijo del pastelero, el que corrió al cardenal Omella por la sacristía de la santa iglesia de la Sagrada Familia.

Pero este, elCapi Tururull, ya chulo de por sí, como ya ha dejado patente en varias ocasiones, está contra el mundo; además de verter acusaciones falsas contra otros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, queriendo poner a sus mandos respectivos -que sí se tomaron muy en serio los avisos- a la altura del betún que han alcanzado los suyos, también culpa de afrentas a los medios de comunicación. Pues, sepa el paisano que el primero que levantó el escándalo, porque no deja de ser un escándalo, fue un rotativo de la su región, El Periódico de Cataluña, el mismo día del atentado. Es muy probable que La Vanguardia también supiera del asunto, pero la antes Española del conde de Godó recibe miles y miles de euros -y más- de subvención del Gobierno de elPuigidemón. Y, ya saben, en boca callada no entran moscas.

El caso es poner en marcha el ventilador, que de esto saben mucho en la Generalidad y esparcir la mierda para todos. Pero, esta vez el ventilador tiene poca potencia y la mierda muy poco recorrido. El super poli Trapero ya tendría que haber dimitido y, junto a él, el consejero de Interior, el catalán de los ocho apellidos vascos. Y de ahí para arriba, en cascada. Porque ya huele a mierda desde aquí hasta aquella farola del puerto de Barcelona.