Una vez más, el
líder de laPesoé se vuelve a
equivocar. Piensa y habla el hombre, elPedroQué,
creyéndose, ya digo, el presidente del Gobierno
de España y no es ni un medio hombre de Estado. Y así se lo ha demostrado su compañera de partido, Susana Díaz, quedándolo en evidencia, o
más bien en ridículo. Ella, sin complejo y sin reparo, ha apoyado al Gobierno en todo lo que sea necesario
para, en primer lugar, que España no se rompa y, en segundo, o si se quiere de
manera paralela, para que se cumpla la Ley.
Susana Díaz, sin querer,
o queriendo, ha dejado en evidencia a elPedroQué. Ha demostrado que es una
mujer de Estado y que quiere una
nación unida y sin que ninguna comunidad, sin que nigún ciudadano, sean
menospreciados. Susana Díaz, allá, desde su bastión andaluz, tiene una mejor
visión de lo que es un Estado.
Sin embargo, elPedroQué,
que pretende llegar a La Moncloa
como sea, y sobre todo –no nos engañemos- por asegurarse un oneroso sueldo
vitalicio y contentar a la mujer de rojo –no olvidemos que en las primeras
generales que fracasó, esta mujer ya
emplazaba a los periodistas para próximas entrevistas en el complejo
residencial- es capaz de aliarse con el diablo para lograr su meta.
ElPuigidemón –el hijo del pastelero- y los demás
han incumplido todas las sentencias del Tribunal
Constitucional en relación, sobre todo y principalmente, con la Ley de Referéndum y la Ley de Desconexión –que el Ato tribunal las paralizó- aprobadas
por parte del Parlamento catalán,
con alevosía, nocturnidad y, qué coño, con una cara dura increible, y la
convocatoria y celebración de lo que los independentistas creen un referéndum -y
eso es así porque lo dicen ellos-, que eso sí que es de vergüenza ajena,
impresentable ante cualquier organismo internacional. Pero, ojo, las cosas le
han salido bien y algunos organismos
internacionales –engañados- se lo están creyendo.
No puede
elPedroQué ahora exigir a elPresiRajoy que llame –precisemos, el propio Rajoy
llame- al golpista elPuigidemón y que parle con él para llegar a acuerdos. Y no
debe –es feo y de mala educación, de falta de categoría- decir que se lo ha
exigido a elRajoy. Está elPedroQué chantajeando alPresiRajoy, con la espada de
Damocles de una moción de censura con los podemitas de elPabloManué. Y esa no es manera limpia de llegar al poder. Porque,
en las circunstancias por las que atraviesa el país no deja de ser un chantaje
a todo el Estado u otra manera encubierta de Golpe de Estado.
El presidente de
los peperos ha podido cometer errores, ha podido, quizá, ir muy lento en las
actuaciones contra los golpistas, pero no se ha saltado la Ley a la torera, cosa que sí han hecho reiteradamente los
golpistas. ElPedroQué, como jefe de la oposición, no puede ni exigir ni obligar
al presidente del Gobierno español a que se humille ante los golpistas, ni puede
permitir que estos incumplan la Ley
ni los dictámenes de los tribunales. Mañana nos negamos todos a pagar las
multas de tráfico.
Poco talante y
talento de hombre de Estado ha demostrado el socialista –pero no es de ahora-,
que tendría que haber hecho piña con el presidente del Gobierno, por el bien y
la unidad de España. Poca visión de estadista la del socialista, que ha
criticado con crueldad a los Cuerpos y
Fuerzas de Seguridad del Estado, que sólo cumplían ódenes y si hubo “cargas”
muy probablemente estas se podrían haber evitado si los policías de Trapero hubieran cumplido con su obligación.
Todavía no se le ha oído al socialista ni una mínima crítica ni un mínimo
reproche por la no actuación de los mozos.
Hoy, sin embargo,
vemos con tristeza cómo a muchos guardias civiles y policías nacionales los han
echado de los hoteles en Cataluña, y
se han tenido que marchar de sus residencias hoteleras humillados, en
furgonetas blancas sin cristales, como delincuentes y escoltados, ahora sí, por
los mocetes de laInvencible. Si eso era lo que él quería, pues ahí lo tiene.
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