Aprobado para los estudiantes catalanes

Lo que cabe preguntarse es quién estaba en huelga general en Cataluña, si los convocantes -un sindicato minoritario, independentista, dirigido por un terrorista, que destrozó con una bomba lapa a Bultó y a su esposa- o -y otra vez- la policía regional catalana, los mocetes de laInvencible. Cuatro chisgarabís, bien organizados, eso sí, han provocado el caos periférico en esa región española y, en particular en Barcelona. Con cortes de carreteras -incluida la dorsal A7- y de vías de ferrocarril, tanto de Rodalies como del AVE ha sido suficiente. Pero, para ello han contado con la inestimable pasividad de los de laInvencible. El 155 está de permiso, que mañana es fiesta en Madrid.

Evidente, para ese camino nos habíamos ahorrado las alforjas, que se las coma el burro. Cientos de personas se vieron impedidas para poder moverse en libertad, no pudieron acudir a sus puestos de trabajo o a las citas médicas ineludibles y por las que llevaban meses esperando -que esa es otra, el funcionamiento de la Sanidad allí-, porque había una huelga política, sin reivindicaciones laborales, permitida por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC); eso es Justicia y, lo demás, quimeras.

"Contra las fuerzas de ocupación" y "en defensa de la república" y "libertad para los presos políticos" se podía leer en las pancartas portadas por los estudiantes huelguistas. O sea, puras reivindicaciones laborales, que justificaban la legalidad otorgada por el TSJC. Y los estudiantes -o desestudiantes- juzgándose las clases de nuevo. Son estos los que piden, más bien exigen, al profesorado el aprobado, porque no han podido estudiar, porque han perdido muchas clases, porque, como catalanes, no pueden estos días "estar en las bibliotecas, sino que tendremos el deber de luchar por la defensa de nuestros derechos" Y por sus derechos entienden luchar contra la "intervención de la Hacienda catalana, la existencia de presos políticos y la aplicación del 155". ¡Olé sus cataplines!

Valientes majaderos estos estudiantes, y vagos, y fraudulentos, que nos cuestan mucho dinero las plazas de estudio, para que vengan ahora con estas historias. Piden, ni más ni menos, aprobados "gratuitos"; mañana, exigirán prebendas como las que Franco otorgaba a los estudiantes universitarios tras la guerra: carreras como las del galgo. ¡Todo sea por la cusa!

Son muy valientes estos Comités de Defensa de la República, que -recordemos- han sido autorizados a llevar a cabo la huelga general con el consentimiento del TSJC. No obstante, ni estudiantes ni mini sindicalistas han conseguido paralizar Cataluña, sí bloquear puntos estratégicos -carreteras y ferrocarriles-, pero la mayor parte de la sociedad no los ha seguido. Son cansinos estos independentistas, que viven de ello, pero, como se dice, cuatro gilipollas, que no tienen ni media y que arman mucho ruido, pero de los que la gente está empezando a cansarse, y lo que es mejor, están dejando de tenerles miedo.

También están cansados en Bélgica del payaso elPuchi y de todas su payasadas con los tíos de la vara. Además de tonto y mala persona, gilipollas. Va al país donde se resguarda, donde se esconde, a donde ha huido y se encuentra prófugo de la Justicia española, a insultar a los belgas y a la Unión Europea en general y a España, en particular, y a acusar al Gobierno de elPresiRajoy de haber perpetrado un Golpe de Estado en Cataluña. Ya se lo ha dicho el presidente belga: el único interlocutor válido es el Gobierno de España. Pues, que lo echen, hombre, que lo declaren persona no grata y a freír espárragos, que es como el que va a vendimiar y lleva uvas para el almuerzo.