¡Ay, Zoido,
Zoido! Parece como que sigue “mareao”
desde que se “pegó” el crucero de a gratis en el Juan Sebastián El Cano. Se la metieron doblada con las urnas del UnoaCero, mientras los mocetes de laInvencible se lo pasaban chupi ese
día pa más grande que un camión y, más recientemente, los mamelucos del
sindicato independentista catalán, encabezado por un asesino, se la plantó en
una huelga general con cuatro pelagatos, que paralizaron las comunicaciones,
con los mocetes que, todavía no se sabe si por orden del ministerio o porque
les dio la real gana, pasaron olímpicamente del “evento”. Porque no era el día
de entrar a la provocación, que decía Zoido.
Pero, la ha rematado el ministro de los Interiores con su aparición televisiva
horas antes de que el juez fallara sobre el destino de la presidenta del Parlamento catalán. Regordete –o como
se dice ahora para no ofender- fondón y aspecto del tío buenazo, bonachón- nos
la clavaba en el alma, cuando nos espetó –o más bien, se la lanzaba al juez-
que con laForcadell lo que hay que
tener en cuenta, además de la Ley,
son “el contexto” y “el entorno”. ¡Muy duro eso, viniendo de quien ha sido
juez! Buen recadero, sí señor. Suerte que tiene si puede conciliar bien el
sueño.
Pues, ya lo ven, este es el señor ministro. No sabemos
–y tardaremos mucho tiempo en saberlo, quizá años- la influencia que haya
podido tener la intervención de Zoido en la su tele. Pero, desde luego, la duda
ahí quedará. En cuanto al auto del juez del Supremo, él sabrá lo que hace, pero si la prisión para la golpista Forcadell es eludible por 150.000 euros
–de plazo una semana para pagar-, es como el que tiene tos y se rasca la
barriga. Sólo le ha bastado a la secesionista decir que acata el 155, que la
declaración de independencia era simbólica y que se desvincula del proceso
separatista. La engreída y chulesca y dictadora presidenta del Parlamento catalán se ha
humillado y traicionado a los suyos con tal de librarse de la prisión. Y a fe
que lo ha conseguido. Esta echa una "caquita", mientras a muchos españoles se les
atragantaba la cena sólo de pensar qué fácil le ha resultado a la que volverá, en cuanto le sea posible, a las
andadas. Quien traiciona una vez, puede traicionar cincuenta.
En cualquier caso, ahí está el precedente para
cualquier delincuente autor de cualquier delito. O sea, como si esto fuera un guion
de las películas de Buñuel o un soliloquio de Gila. Esto, por si alguien lo
dudaba, sigue siendo España.
Y, si Zoido metió la gamba hasta el corvejón, no vean
que lo del ministro Dastis, el de
los Exteriores resulta espeluznante.
Lo dijo en el extranjero, este ministro que es la negación de los asuntos exteriores;
a este también se la plantaron los golpistas: siempre llegaba detrás del
republicano Romeva, que porque no le
hacían caso al secesionista en parte alguna, pero no porque la diplomacia
española pasara por allí precisamente. Bueno, pues “entavía” no terminamos de
asimilarlo. Resulta que la reforma que
se haga de la Constitución va a
estar encaminada a satisfacer las demandas de “algunos catalanes”, “acomodar
mejor sus aspiraciones”. Esos catalanes, los golpistas; esas aspiraciones, todo
lo que se le dé, que será siempre poco.
Nos ha “jodío” el ministro este. ¡Entonces para qué
tanta historia! Pues, se habría ahorrado el Gobierno de elPresiRajoy la aplicación –tarde y mal- del 155. Sólo le habría
bastado al Gobierno un poquito más de asignación –por ejemplo, cinco mil
millones más- y elPuchi lo habría
logrado sin necesidad de que le tuvieran que encarcelar a la mitad de su
gobierno golpista y él se habría ahorrado tanto viaje y tanta leche. Es grave,
muy grave, lo que ha dicho elDastis.
Y, acaso, hasta sus palabras se puedan tomar como una traición a todos los
españoles que no comulgamos ni ostris con los golpistas, los que estamos en
contra de que rompan España.
Tienen mucho canguis los del Gobierno de elPresiRajoy
a los golpistas. Pero, pueden estar tranquilos, que hasta los de Amnistía Internacional ya les han dicho
que los que se enchironó la jueza Lamela
no son presos políticos, sino simplemente unos delincuentes –unos chorizos, que
se dice- que han cometido unos delitos, por los que esperamos todos los
españoles cumplan su pena, si es que se la ponen. Si hasta elPabloManué está que echa las muelas por este pronunciamiento de
los de la Amnistía Internacional. O acaso el canguis les viene de que el
podemita esté “cabreao”; al fin y al cabo, un don nadie propenso a las
depresiones.
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