Traductor

Buscar en este blog

lunes, 6 de noviembre de 2017

Dos banderas en una, y con estrella

Como éramos pocos y mal avenidos, parió la abuela. ¡Que menuda la han armado con la nueva camiseta de la Selección Española de Fútbol! Fuera de daltonismo, dicen los que ya la han visto de cerca que sí, que el color oscuro se ve morado y que las listas entre rojas y amarillas recuerdan a la bandera catalana. Esta sí que se la pondrá a gusto el independentista Piqué, porque si se quiere un poquito más de revuelta, la estrella de campeón del mundo se puede presuponer que es la de la estrellada, camuflada; al fin y al cabo, el que metió el gol de la victoria fue Hiniesta, jugador del Barcelona. ¡Premio!
Anda que no está contento elpodemita elPabloManué, que hasta se ha recreado en decir que nunca antes había lucido mejor camiseta la Selección, más conocida por la roja y, ahora, también, por la republicana y la secesionista. Para todos los gustos, que aquí no pasa nada. Es lo mismo que cuando en el Campo Nuevo se pita al Rey y al Himno de España o, en ese mismo césped, se insta al secesionismo y al odio. ¡Qué más da! Total los seguidores de allende la república van a continuar apoyando igual al equipo secesionista. Es que, oigan,  hay gente para todo, por si no se habían enterado.
Si ya hasta el ministro de los Interiores belga -dicho sea de paso, nacionalista- se atreve a insultar a España, acusándonos de ir demasiado lejos con los golpistas y pidiendo la intervención de la Unión Europa en el asunto catalán. Con amigos como estos nos sobran enemigos. Aunque, más bien, se equivoca el independentista este, porque aquí los que se han ido demasiado lejos, no lo duden, son elPuchi -hijo pastelero- y los exconsejeros que huyeron de España, dejando "tiraos" a los suyos.
Lo del ministro belga, algo "descerebrao" él, no va más allá, porque, ya digo, algo cortito sí que es; malo, sí, como toda esta gente, pero cortito. Aunque se echa en falta un poner como las gallinas, pero encima de la mesa, por parte del Gobierno español, el de elPresiRajoy. Que empieza uno por callarse y dejar que las cosas corran y, luego, pasa lo que pasa.
El hecho de que el juez belga no enchirone a nuestros golpistas es otra cosa, que la Ley es la Ley; aunque, la belga se la pueden meter por donde les entre, que por eso se dice que algo huele a podrido o a caca, en este caso, en los Países Bajos. Si es que el fiscal ya tenía pactado con los delincuentes españoles su entrega en una comisaría para que no fueran detenidos. ¡Coño, con la Justicia belga! De nada nos podemos extrañar de estos compulsivos comepatatas y acogedores de asesinos etarras, si hasta hace poco su policía no podía detener a terroristas si eran pasadas las cero horas, las doce de la noche. No se podía despertar a los asesinos a horas intempestivas.
Menos mal, hombre, que el presidente de la Comisión Europa, Jean-Claude Juncker, nos hecha una mano, ha salido al quite, acusando de estar fuera de la ley a los que no respetan el "orden constitucional español". Es decir, tanto los golpistas refugiados en Bélgica, como el juez belga que ha permitido una grata y placentera estancia a elPuchi y la parte de su banda que lo acompañan.
Y en todo este circo golpista nos faltaba -y la echábamos de menos- la voz de la Iglesia. ¡Olé tus partes pudendas! Digo las del obispo catalán secesionista de Solsona, Javier Novel. Apunta el monseñor que el "embarrotamiento" de los golpistas "será todo lo legal que queráis, pero esto no es justo". Juez moral, juez de leyes, ya lo ven. Pero no sabe el cura lo más real y lo más verdadero: que donde las dan las toman o, si lo prefiere, a quien Dios se la dé que San Pedro se la bendiga. Deo gracias.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentar con respeto