Con lo grandón que es el osito republicano -como lo considera fray Bailón-, parece mentira, pero está más ilusionado que los niños con la llegada de los Reyes Magos, ya que el Papá Noel no le ha sido propicio, le pasó de largo. Cercano al seis podría ser un gran día para él, siempre que la escarolada Rovira no acuda a esperarlo a la salida de la prisión, si es que sale. El mártir de Estremera para unos, el héroe para otros y el indiferente para muchos, se ve ya con un pie tras otro camino de Barcelona, su república, que, ahora, parece que ya no es tal, pero que puede que lo sea en un futuro o que todo quede como está. Ni se sabe.
El caso es que el grandullón, que pone el ojo donde pone la bala, no podrá decir que en la cárcel lo tratan mal, que vaya menús se ha metido entre pecho y espalda el republicano; no se los salta un gitano. Aunque parece que a su compañero de partido, Rufián -que lo es totalmente en el sentido de la palabra- no le ha agradado en absoluto que nos enteren de las comidas carcelarias y ha puesto a caer de un burro al periodista que las hizo públicas. Eso es lo que marca la diferencia entre una persona normal y lo que podemos considerar como el prototipo de un verdadero gilipollas y, lo peor, que él no lo sabe: mírenlo, ahí está y es diputado en el Congreso. Vergonzoso, asquito.
Es cierto, sí, que el osito republicano podría salir de prisión tras su declaración prevista para primeros de enero ante el juez Llarena. Sería algo frustrante; pero, el juez, en última instancia, es el que decide. Ahora que al fugitivo de Bruselas le puede dar un síncope. Porque andan ya los republicanos diciéndole a elPuchi que se venga para España, como años antes le decían a Pepe que se fuera a Alemania. Fue lo que dijo, que si ganaba las elecciones volvería a Cataluña; pero, como se las ganó la ciudadana Arrimadas siempre se puede escudar en eso, que este con tal de no comer pollo como los españoles, es capaz de inventarse una fuga dorada prorrogable en el palacete que alguien le ha prestado.
Pues, que se ande con cuidadín elPuchi, que ya están los republicanos a vueltas con quién será el nuevo presidente de la Generalidad. Si elPuchi no viene y elJunqueras sale de prisión ya la tienen armada. Pero, si elPuchi regresa, en cuanto pise suelo español dará con su esqueleto en Estremera, a ocupar la ausencia del republicano. Y, así las cosas, no va a ser la candidata Artadi, la cerebro del "descerebrao" elPuchi. Lo lógico, eso es lo que dicen los republicanos, el candidato -y por necesidad- tendrá que ser Junqueras, que para eso se ha "chupao" celda y, además, le ha rezado mucho a la Moreneta, sobre la que su amigo el abad de Monserrá tiene influencia directa. Y, para mayor escarnio de los "puchistas, colocarían como presidenta del Parlamento a la imputada Forcadell. Todavía no han encontrado una candidata mejor para ese puesto que vocee tan bien como ella lo de que viva la república catalana independiente y el juez la deje en libertad..
En el fondo, lo que Junqueras pretende es dejarle caliente a elPuchi su sitio en la prisión de Estremera. Ya que si él no ha podido volver a casa por Navidad y no va a poder tampoco comerse las uvas de fin de año con la familia, al menos a ver si puede salir de prisión por Reyes, y si le toca el Gordo, mejor que mejor. Lo peor es que no le den licencia para salir y que el otro no regrese, que es lo más probable. O que regrese elPuchi, y al trullo, y elJunqueras no salga de prisión. O que les concedan un indulto a los dos; pero, esto no es el Perú. Los golpistas, a sus trincheras del frente: por un lado, Estremera se quedará pequeña para los dos y comenzará la "guerra" abierta entre las dos "apesebradas": Artadi por elPuchi y la escarolada Rovira por elJunqueras, arrastrando sus muertos. Y para eso, tanto alboroto.
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