Anda el canijo podemita cabizbajo.
Nadie lo quiere ya. ElPabloManué,
cada vez que lo piensa, más le entra el cabreo, que es que, descaradamente, le
han dado por donde se comienzan los cestos. Estos peperos, junto con los pesoístas
y los ciudadanos no lo arrejuntan. Lo han dejado ahí, “apartao”, como si fuese
un pestoso, y se han montado entre ellos tres la que será la nueva Estrategia de Seguridad Nacional.
¡Como para fiarse del gachó! Se
piensa que es imprescindible y que él puede actuar como le apetezca, pero los demás tienen que darle discuento de
lo que hacen o proyectan. Nació y creció creyéndose un rey, el de su casa, pero
se quedó en el camino; eso sí, caprichosito él, como no hay otro.
Como para darle discuentos está
el panorama, y menos en estas cuestiones de seguridad, que son muy delicadas, y
no se ha hecho la miel para la boca del asno. Quiere que lo informen de esta
nueva estrategia, cundo todavía se niega a que su partido forme parte del
Acuerdo Antiyihadista aunque así y todo elPresirajoy,
increíble, le ha concedido que pueda participar como oyente en las reuniones.
Este, que, en el fondo sigue siendo un niño iletrado, se cree con el derecho a
ser informado, cuando en uno de los puntos de la nueva Estrategia se considera
a Venezuela como país peligroso para
España, y ya saben quién ha
financiado generosamente a los podemitas. Y, sobre todo, cuando elPabloManué se
ha puesto totalmente del lado de los golpistas catalanes y va a presentar un
recusro de anticonstitucionalidad contra la aplicación del 155.
Ciertamente, el podemita se está
cargando su partido; pero, cuenta con buenos aliados que colaboran con él en
ello. En llegando esta fechas, el ayuntamiento de laSeñáManuela descarga con fuerza todo su odio contra los
católicos, tratando de arruinarles las fiestas navideñas. Pero, no se dan
cuenta la anciana señora y laSaltaCapillas,
que la Navidad es espíritu y que
podrá prohibir belenes, pero nunca el sentimiento de los creyentes, que,
además, están dispuestos, un año más, a colocar pequeños belenes en los
jardines de la Puerta de Alcalá, que
ahí está.
Y, como las ganas de jorobar al
ciudadano no tienen límites para los podemitas, ahora restringen el tráfico en
la Gran Vía y obligan a los
ciudadanos a caminar de un lado o del otro. Es decir por Carmen para poder acceder a la Puerta
del Sol y por Preciados para
salir de la mítica plaza. Hoy, es eso; mañana, tendremos que vestir mono azul y
alpargatas. En breves, de seguir así, puede que tengamos que saludar todos brazo
en alto. Les encantaría. Habrá que confiar en que antes se hayan disuelto como
partido los podemitas o que un aire de cordura inflame los corazones de sus
socios de laPesoé en el
ayuntamiento.
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