Atravesada jornada para los
golpistas, que se lo han ido ganando a pulso; así y todo, cuatro de ellos se
han podido zafar de las rejas. El juez del Supremo,
el burgalés Llarena, sí que ha sido
benévolo, concediéndoles a seis de ellos libertad condicional bajo fianza. ElPuchi, en Bruselas, ve cómo poco a poco se le acerca el momento de regresar o
verse obligado a venir “palpueblo”.
Desde luego, con amigos como los
belgas no nos hacen falta enemigos. Son los de allí un tanto envidiosos y algo
vengativos por los avatares de la historia. Ellos sabrán, pero que no se
olviden de que dónde las dan las toman, y no andan ellos muy libres de cosas similares,
pero al revés; todo se andará.
Ahora que el exvicepresidente Junqueras –que no termina de acertar a colocar
la bala- bien le tiene que agradecer a la analfabeta de su partido –no sabe ni
hablar español- la paseante de muertos por las calles, Marta Rovira, su convencimiento de que la República fue declarada. Imposible saber si este aserto ha podido
influir en la decisión del juez Llarena,
pero tampoco, excepto él, podría afirmarlo o negarlo.
Lo que sí es una verdadera
realidad es que elJunqueras va a seguir “embarrotao”. Será un mártir de la “revolución”,
seguro, pero entre rejas. También seguirá allí el chulo y desafiante exconsejero
de los Interiores catalán, Joaquín Forn,
quien ahora, en la soledad de su celda, recordará aquellos calurosos días de
agosto junto al traidor de los mocetes de laInvencible,
elTrapero –también chulo o macarra o
ambas cosas a la vez-, cuando ambos, tras los atentados, menospreciaban a España y a las Fuerzas del Orden y Seguridad del Estado. Se creyeron, antes y
después, intocables. Como se lo pensaban losYordis.
Pues, ya ven que no. Y de poco les vale el dinero de sus asociaciones –ANC y Omnium- el dinero del que todavía no se sabe su procedencia y que
está sirviendo para pagar las fianzas de otros.
También andaba elPuchi, ya desde primeras
horas, por las cocinas de la Justica
belga. Está acostumbrándose elPuchi a moverse entre los pucheros judiciales de
ese país. Pero, bien sabe él que cada vez está más cerca de ingresar en
prisión, aquí o allí. Los días se suceden inmisericordes para él, y para los
chorizos de su santa compaña. Y él lo sabe: es cuestión de tiempo. A no ser que
cuando los belgas quieran darse cuenta se las haya “pirao”. No es de fiar.
Tampoco son de fiar los
independentistas del museo de Lérida,
donde se guarda el botín del tesoro de Sijena.
El juez ya ha ordenado al ministro de Educación,
a la sazón –de Vigo- consejero del ramo de la Generalidad por mor del 155, que devuelva el tesoro. Pero, de
momento, ahí estamos. Por eso, los tribunales ponen fecha límite de entrega el
próximo lunes; si no se cumple el mandato será la Guardia Civil quien proceda a su rescate. Pero, ya avisamos, hasta
ese día pueden suceder cosas, tales como que el tesoro desparezca o que el que
se entregue sea pura imitación. Como casi todo con los independentistas, al
tiempo.
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