Noche de pesadilla

Parafraseando el dicho, entre todos la pifiaron y ella sola la amoló. Es decir que, al final, los culpables han sido los conductores, que no digo que su parte puedan tener, pero, leche, de ahí a hacerles cargar con toda la responsabilidad hay un trecho. Que si bien se había anunciado que la nevada iba a ser copiosa y que había que estar prevenidos, tampoco es para escudarse en lo del Rey don Sancho no digas que no te aviso. Por algo parecido, o similar -cuando se tuvo que cortar el tráfico aéreo en Barajas- laPepé pedía, sin piedad, la dimisión de la ministra Malena, de laPesoé.

Cierto que Magdalena Álvarez se destapó a lo largo de su "reinado" en Fomento como una verdadera calamidad, y no sólo en la nevada del 99, sino en todo lo que tocaba; ahora está en el banquillo por lo de los "eres" esos de Andalucía, región de donde, en mala hora, la sacó elCetapé. El actual ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha anunciado que informará en el Congreso de la nevada de Reyes; aunque, la oposición no lo ha agobiado en demasía. No hay nada mejor que un buen ataque o adelantarse. Aquí se paran las críticas y, ala, a esperar, que para entonces la nieve ya se habrá derretido.

Sin embargo, el que ha cargado, pero sin piedad, contra los conductores atrapados, los que realmente pasaron una noche de pesadilla, ha sido el director general de Tráfico, Gregorio Serrano. Pero es que ha cargado de forma indecente contra los atrapados por el temporal. No tuvieron bastante con la noche que pasaron que ahora va Gregorio y los hunde en la miseria: que si estaban avisados, que si no llevaban cadenas, que si no tomaron precauciones, que si los chulos y listillos de siempre colapsaron el carril izquierdo. Hombre de Dios, que ya tuvieron lo suyo -sus miedos y sus necesidades- como para que les vaya a refregar la nieve por la cara, aunque en lo de los chulos y listillos, hay que reconocerlo, tiene toda la razón. Pero, hombre, se puede volver la oración por pasiva y explicarlo como consejo, para que no vuelva a suceder, o menos.

Y tampoco es eso. A ver si se piensa Gregorio que de haber sabido que la cosa se ponía tan chunga iban a meterse los conductores -más de tres mil- en la boca del lobo; sólo pretendían llegar a su destino para incorporarse el lunes a sus respectivos trabajos. Era una manera de evitar el último día de la "operación regreso" o que esta fuera más escalonada. Coñe, por mal que vinieran dadas, siempre pensamos los ciudadanos que no se llega a esos extremos y que, en último extremo, ahí están las administraciones, para salvar al contribuyente. Pero, ya ven, unos por otros, lo dicho, y las circunstancias se sumaron y la que se pudo armar, que demasiado poco para lo que cayó.

De todas formas, pese a la turra de Gregorio, algo hubo que aquí no funcionó, con lo que se complicó todo aún más. A ver si no, por qué anuncia el director de Tráfico que se va a abrir una investigación para saber de la actuación de la empresa concesionaria de la AP6 en todo este macro incidente en esta autopista. La respuesta se la pueden adelantar los usuarios: Iberpistas sólo se preocupa de cobrar -algo más de trece euros por vehículo-, mirar para otro lado y a forrarse. A final de mes, la AP6 cambiará de empresa concesionaria y la que lo es hoy dirá como a Lucas. Una manera de desviar Gregorio la atención sobre la responsabilidad de los políticos, los del Gobierno, los de la comunidad de Madrid y los de Castilla y León, todos ellos de laPepé.

Por lo demás, y como ocurrió en el mandato de la socialista Malena, todo quedará en una anécdota, en agua de borrajas, en una mala noche a los que le tocó pasarla en la carretera. La Unidad Militar de Emergencia, los militares de la UME, Protección Civil y la Guardia Civil, felicitados por todos. Sólo en las redes sociales han sido criticados con vileza y dureza por usuarios catalanes. Venganza de pobres.