El manifiesto de las moscas

En realidad, este Cetapé siempre fue un fullero. Desde que no es presidente del Gobierno, cargo al que llegó sin saber cómo, era tan sólo bambi, no ha dejado de cruzar el charco para verse con su amigo del alma, compañero, el venezolano Nico Maduro. Siempre le ha atraído mucho todo lo de Venezuela, hasta el punto de que prácticamente se quedó callado cuando el rey emérito, Juan Carlos I, le dijo a Hugo Chávez que se callara, allí en aquella reunión iberoamericana de presidentes y jefes de Estado. No apoyó mucho, no, la espontaneidad del rey.

Si es que no sale de Venezuela. ¡Qué le darán en Venezuela! Porque, hombre, para viajar y estar allí así porque sí, pues, no. Desde luego, es intrigante. No le van a dar sólo techo y comida, y, desde luego, la oposición no le da nada; es más, no lo quieren ver por allí ni en pintura. Y, en recordando, que los podemitas elPabloManué, elMonedero y el becario Errejón vivían como reyes por esos lares y se traían pasta gansa y que elCetapé se reunió con ellos, como quien dice, de manera clandestina, sin conocimiento de su propio secretario general de laPesoé, que era entonces el que lo es ahora, elPedroQué, las especulaciones son libres y varias, y la imaginación imagina a todo meter.

Dado que las relaciones diplomáticas entre España y Venezuela están en estos momentos prácticamente paralizadas y que, como digo, la oposición al dictador elNico no puede ver a elCetapé y con buena amistad con los podemitas, nadie se explica qué coño pinta en ese país el pesoísta, expresidente del Gobierno España. Por eso, el muy listo, que se piensa que los demás somos tontos, ha pedido a sus acólitos, principalmente de entre los que fueron ministros de sus gobiernos, la redacción de un manifiesto de apoyo a su persona y a su labor "mediadora" en Venezuela entre el presidente elNico y la oposición.

Por supuesto, el listo quiere hacernos creer a todos los españoles, incluidos los del su propio partido, que ese manifiesto se ha redactado de forma espontánea, así, como si nada. Pero, sus malas artes ya no cuelan, ni aquí ni en Venezuela. Bambi era bambi hasta que dejó de serlo y pasó a ser el Judas de su propio partido y de España, el Judas de España, y olé.

Hombre, que no tiene derecho a armarles cualquier "zarrapastrada" a los pobres venezolanos, que ya tienen bastante con tener el presidente que tienen y pasar hambre y necesidades continuas. Mejor que se dedique a sus zapatos, a lustrarlos o a coserlos, lo que prefiera, y deje en paz a los venezolanos.

Para males, ya tenemos aquí los ejemplos. Porque si hoy la situación en Cataluña está como está se lo debemos, en gran parte, a elCetapé. Él fue el que les dijo que apoyaría y aprobaría lo que decidiera el parlamento catalán, cualquier cosa. Él fue el que negoció directamente con los nacionalistas-golpistas todo lo negociable y más, a espaldas de su propio partido, ninguneando al entonces presidente catalán, el socialista Maragall. Poque la nación española es un concepto "discutido y discutible".

Él, elCetapé, fue quien nos metió en el fango de la crisis, la que todos veíamos que llegaba y que él negaba. Tuvo que enterarse por la prensa. Porque la crisis era "una falacia, puro catastrofismo". Después de las que armó en España, ahora quiere hacer de salvador de los venezolanos, y se saca de la manga un panfleto-manifiesto de apoyo a su persona y a su labor venezolana. Desde luego, la ignorancia hace cometer los mayores actos de osadía, a él y a su socio elNico. Porque "la tierra no pertenece a nadie, salvo al viento".