En estas que estábamos, llegando
a mitad de camino aéreo, cuando una voz nos entera de que estamos llegando a la
frontera entre Cataluña y España. ¡Bravo, bravísimo, para el
copiloto italiano de EasyJet! Cierto
que se expresaba de forma macarrónica, lo que delataba un mal conocimiento del
idioma español, disculpable no obstante. Lo que no tenía perdón de Dios es que no supiera de fronteras
para andar volando todo el día. No es lo malo lo que decía, sino el
desconocimiento, la ignorancia que desbordaba. Peor para él y su compañía.
Que veníamos tan depurados, tan
aireados del Mont Blanc y lo primero
que nos encontramos, en la realidad del absurdo, es que comienzan a desplumarnos.
No habíamos aterrizado y ya nos dolía la faltriquera. El Gobierno de elPresiRadjoy ya ha preparado nuestra
cartera –Rajoy nos roba- para darle a los golpistas otros dos mil millones de
los de euro del ala.
Así, dos mil millones que se van
para Cataluña, para los altos vuelos
de esa comunidad autónoma, para que arreglen los aeropuertos de Barcelona y de Gerona –que no siendo que se nos vaya a quejar elPuchi-, que
hombre, que hace tiempo que no se le da pasta a los golpistas; por lo menos,
unos cuatro mil millones, poco antes del referéndum del UnoaCero. De esos cuatro mil, todavía no sabemos cuántos se
utilizaron para el susodicho “consulto”. Seguro que uno cuantos, que como eran
del FLA no pasa nada que los pagamos
a escote entre todos.
Y dice Montoro, que no, que no, que ni un duro se gastaron. ¡Amos, anda, como
para creer al ministro, que le han tomado el pelo y por eso se pone la gorra! Con
estos dos mil de ahora tendrán los golpistas para reponer fondos, la caja esa
de ayuda, o de resistencia que tienen, que elPuchi está saliendo caro, pero no
se le puede dejar morir de hambre. Aunque sea por mor del país ante la
comunidad internacional.
Eso, eso, que se les dé dinero
para arreglar sus infraestructuras y apoyar el nuevo Golpe, que, sin duda, están preparando ya. Triunfar “pué” que no
triunfen, pero se están cubriendo más que bien las espaldas. ¡Que no haiga
miserias, coñe! Mientras tanto, que los demás nos la vayamos tragando, con pan
y cebolla, como los enamorados, que lo primero es lo primero, y lo primero es
tener y mantener contentos a los golpistas. ¡Faltaría más!
Por si fuera poco, llegamos
tarde, es decir con retraso a la T4;
es costumbre de esta compañía, para que el pasaje pierda las conexiones con
otros medios de transporte. Sí, parece que le hace gracia a los de la compañía
naranja. Luego, ellos no quieren saber nada. Si te he visto no me acuerdo. ¡Claro,
ya para qué correr!
Y mientras vemos los informativos
en los de las hamburguesas, que siempre están abiertos, que menudas máquinas de
“fabircar” dineros, nos enteramos que el Tribunal
Europeo de Derechos Humanos condena a España
a pagar una multa por maltratos –no por torturas- a los dos etarras autores del
atentado de la terminal. O sea que por atentar no los condenan, pero sí porque
la policía les dio unos empujones. Ya sabemos que el Estado no les va a dar un
duro –eran cincuenta mil euros-, pero sólo faltaba, después de matar a una –persona,
que pudieron ser cientos- y con el destrozo que armaron. De todas formas, a
estos asesinos les sale barato matar. Y ya digo, el aterrizaje en la T4 y los
majaderos del Tribunal en Estrasburgo.
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