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miércoles, 21 de febrero de 2018

Premio a la traición y a la deslealtad

Zoido se dio media vuelta y se la han vuelto a clavar. ¡Ay, Zoido, otra vez Zoido! Desde su crucero de a gratis -y del que no ha dado todavía una explicación- en el Juan Sebastián Elcano sigue "mareao", como aturdido. Otra vez su ministerio la ha vuelto a pifiar, condecorando a varios Mocetes de la Invencible, con el agravante de que el hecho se ha producido a tan sólo unos días de que el traidor Trapero tenga que volver a declarar a los tribunales, resulta un hecho más que sospechoso dicen los sindicatos de los Cuerpos y Fuerzas del Seguridad del Estado.
Ha sido "un premio a la traición y a la deslealtad". Es que eso afirman los de la Policía Nacional y los de la Guardia Civil, refiriéndose a todos los acontecimientos del frustrado Golpe de Estado de los separatistas catalanes. El jefe superior de la policía en Cataluña, Sebastián Trapote -no Trapero- destacó, coño, la neutralidad política de este cuerpo policial, pero se le olvidó, coño segundo, cualquier referencia a la actuación de los mocetes durante el referéndum del UnoaCero.
Claro, y no podía ser de otra manera, uno de los encargados de la imposición de las medallas fue, claro por segunda vez, el delegado del Gobierno en aquella comunidad autónoma, el tal Enrique Millo -Millo, otra vez, Millo-, el mismito que acudió -que perdía el culo- a la televisión golpista TV3 a pedir perdón por la actuación de los policías -Policía Nacional y Guardia Civil- durante el referéndum del UnoaCero. Aparenta, sí, eso aparenta, que tiene más cara que vergüenza, el hombre.
Lo más curioso -o lo más indignante, si cabe- es que una de las condecoraciones estaba reservada para uno de los hombres de más confianza del traidor Trapero. Un exguardia civil que se apuntó al carro de laInvencible, seguramente porque cobraba más.  A Francesc Xavier Gómez Martín -así fue como lo nombraron en el acto- le colgaron una medalla al Mérito de la Policía Nacional, que pesa como una losa a todos los agentes que se vieron abandonados el UnoaCero por laInvencible, que, además, permitió que los acosaran e insultaran y amenazaran. El comisario de laInvencible condecorado es natural de Granada -no descendiente de "granaínos"- y antes se llamaba Francisco Javier. Mientras este mocete sigue haciendo méritos para ver cómo conseguir colocarse los ocho apellidos vascos, el Gobierno de elPresiRajoy continúa luciéndose.
Otro que tal baila es el conocido, o no, Santiago Sierra, que si es artista o amigo de los golpistas, que cada uno decida. Le han retirado lo que presentó a la feria Arco, de IFEMA. Estupendo, muy bien, que para reírse de los españoles ya están los belgas. Su obra, o sus marcos con "arretratos", que ocupaban un buen espacio de pared, contenían difuminadas las caras -más bien cara duras- de los que él considera "presos políticos españoles" contemporáneos. Él no estaba, pero sí, se imaginan, presente el golpista Junqueras y los dos compinches de las que auto se denominan asociaciones civiles catalanas, es decir los Yordis.
Ahora sale el autor de esa especie de mural -o lo que pretendiera que fuera- y, "enrabietao", afirma que "si España no es una dictadura, se le parece bastante". No le duele en el ánimo insultar a todo un país. Podríamos decirle al pollo que él no es que se parezca a un gilipollas, sino que lo es, pero de los "redomaos". Pero, mejor callarse, porque nobleza y educación obligan. 

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