Sí
que se han envalentonado los de laPepé
con lo de la Prisión Permanente
Revisable. Ante la pretensión de la oposición de querer abolirla, hemos pasado al
órdago del Gobierno al querer
ampliar la banda de los delitos que serían susceptibles de esta pena. Parece
que la ofensiva de padres afectados por muertes violentas de sus respetivas
hijas, como la joven Quer y la niña Cortés o Marta del Castillo está surtiendo
efectos en los políticos. Porque, por su parte, los del “Cé ese” han rectificado su postura.
De anunciar una abstención en la votación de
derogación de la Ley, los de Rivera se inclinan finalmente por dar
su apoyo a la continuidad en vigor de la misma. Pues, los de laPepé más
todavía, como ha anunciado el ministro de las Justicias; pero, para ya, para el próximo Consejo de Ministros anterior al debate de la Ley en Comisión. En el Proyecto de Ley se recogerán, además de los ocho supuestos, otros nuevos,
como pueden ser ocultar el cadáver de una persona asesinada o no colaborar en
su hallazgo, el secuestro que acabe en asesinato, incendios en los que peligren
la vida de las personas o el mal uso de determinados elementos químicos o nucleares.
Si no querían sopa los de la oposición, ahí les van
dos tazas. De aquí a ese martes trece. laPsoé
y los podemitas ya pueden afinar bien sus argumentos para justificar la
derogación de la Ley. LaPepé, como ya ha anunciado, pretende su permanencia, sino
que quiere aumentar el número de delitos, quizá impulsado por el cambio radical
de la postura de los del “Cé ese”,
que votará a favor de que la Ley permanezca en vigor, aunque habrá que esperar
si mantiene su decisión tras incluir el Gobierno nuevos delitos entre los
penados por esta Ley, de seguir en vigor.
Los de la izquierda siguen en sus trece, es decir la derogación
de la PPR. Se basan los pesoístas y los podemitas en que hay que aplicar una
Ley, pero confiando en el arrepentimiento y la reinserción social de los delincuentes
que cometen ese tipo de delitos, que, además de terminar con la vida de
personas, utilizan para ello métodos y prácticas execrables. Así, el reciente
caso de Diana Quer, o el de Marta del Castillo o los asesinatos de
las tres jóvenes de Alcáser o el de
la niña Cortés, por citar algunos
ejemplos.
El podemita elPabloManué
lo tiene muy claro: los malos son los que quieren que exista esta Ley y que permanezca
en el tiempo, porque eso no es otra cosa que una venganza de las víctimas –los familiares
de los asesinados- y de parte de la sociedad, que tiene la mente atrofiada,
cuando no pervertida. Se lo tendrá que explicar muy, pero muy clarito, a las
familias que han tenido que sufrir las tragedias y que en menos de quince días
han logrado el apoyo de más de dos millones de personas para que la Ley siga en
vigor.
Y, si no, con lo dado que es el pollo podemita a
consultar a sus círculos –como bien le sugiere el papá de Diana Quer- que los convoque y que les pida su opinión sobre la
permanencia de la misma. Sí, lo más probable es que se llevara un buen susto, que
se le cayera el suelo de matrix en el que camina. Aunque, lo más probable es
que no los convoque, porque no le da para tanto su honradez a elPabloManué.
Será consecuente, en esta ocasión, con su maldad. Rectificar sería de sabio,
pero de donde no hay no se puede sacar.
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