¡Quietos
todos “paraos”! Llegó ya nuestra señora del dolor, laSeñáManuela. A esta no le hacen falta festivos ni leches para
cogerse un puente, que se ha convertido en acueducto. Anda que desde que se
produjeron los altercados de Lavapiés,
tras setenta y dos horas pasadas, ha dicho que aquí está ya ella, que, como ha
sido juez –o jueza, vaya usted a saber- se ha tomado el tiempo preceptivo –qué menos-
que el que se le da a un detenido para estar velando en capilla antes de pasar
a ver a Su Señoría.
Ha
concluido la podemita laSeñáManuela que aquí no ha pasado nada, que la poli
municipal actuó con profesionalidad y que lo de sus concejales ha sido de quitarse
el sombrero. Y Aquí paz y después gloria. Echando balones fuera que ya decía
elEspinar –no el pueblo de El Espinar,
en Segovia, donde la alcaldesa de Madrid tienen un su respiro, sino el
podemita senador- que si hay que culpar a alguien por algo, no lo duden, es a
la extrema derecha. ¡Jo, tatonto, el tipo!
Eso
dice laSeñáManuela, que no pasó nada. Salvo que murió un joven senegalés de un
infarto, que se armo la de “DiosesCristo” en Lavapiés, gracias a los “tuiteres” que colocaron en la red los de
su partido: elPabloManué, el estafador
a Hacienda, lógicamente, no tiene
pérdida, Monedero, o la su propia concejala
Romina Arce –digo yo que así- y,
claro, no podía faltar, como en todos los “fregaos” o en todas las salsas, el perejil
éste del papá de las tarjetas black, sí, hombre, el mencionado Espinar. Pero, al fin y a la postre, no
ha pasado nada, que así lo dice la alcaldesa podemita. Y como no ha sucedido
nada, a nadie va a cesar, pese a que tres sindicatos policiales ya han
anunciado querellas contra esta “amansada” concejala, porque consideran que
infirió injurias y calumnias y, lo que es peor, convencidos están los policías de
que hubo “racismo institucional” por
parte de esta concejala.
Pero,
a estos podemitas, como siempre, lo que les afecta pero no les interesa, pasan
de ello, no existe. Y aprovechando que el Pisuerga
–por cierto con un buen caudal- pasa por Valladolid,
pues están planteando la manera de que los “manteros” pasen a tener una vida
más cómoda. Es decir, explican, que la venta ilegal en la calle se castigue con
una sanción administrativa y no con penas de cárcel.
No
sé yo cómo le sentará a los empresarios –o más bien le sienta- no ya el hecho
de que se le impongan penas de cárcel o multas administrativas a los manteros,
sino la impunidad manifiesta de la que gozan estos competidores-vendedores
libres de impuestos. Que aquí, cada uno a lo suyo. Por supuesto.
En
cualquier caso, y pase lo que pase, si es que pasa algo, con la “regulación” de
los manteros y el cabreo de los empresarios y todas las algaradas que se han
producido y se puedan repetir en un futuro, de todo ello, ya lo saben –que así
lo dicen los podemitas- es culpa y responsabilidad de los medios de
comunicación. Sencillamente, porque en esta ocasión no apoyaron a los de
elPablomanué.
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