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martes, 6 de marzo de 2018

Feministas con el demonio dentro

A ver, que nos lo aclaren. Buena la están armando las feministas estas de la huelga del día ocho. Ya sabemos quién está detrás de la movida, lo cual ni es de extrañar ni resulta preocupante a estas alturas de la película. Por más que la "portavoza" Montero se "vehementice" contra Ana Pastor, la presidenta del Congreso, acusándola de querer boicotear con actos institucionales los programados por los podemitas. Que es que nos da igual. Aquí lo que cuenta ahora es la postura de los obispos de la Santa Madre Iglesia con respecto a todo esto.
Porque, miren, ya saben que monseñor Osoro está de acuerdo con todo lo que promueven al respecto los podemitas de elPabloManué y la suya correspondiente, la irascible Irene Montero. Osease, que como dijo el monseñor madrileño la Virgen María, Nuestra Señora, si estuviere aquí se iría con ellos de farra; la Santa Madre de Dios también lo haría, los paros y todas esas cosas que tienen programados los podemitas.
La verdad, y viendo los antecedentes de monseñor Osoro, uno no sabe si creerse que la Virgen está con ellos o es el propio cura quien desea que la Virgen esté con ellos. Porque, a ver, no creo que María esté muy de acuerdo en que esta secta entre en una capilla, ellas con el torso desnudo, profanándola cuando se celebraba un acto litúrgico, al grito de arderéis como en el treinta y seis y otras barbaridades de entre bolas chinas y almejas sabrosonas y la dubitación de la virginidad de María, y otras muchas más lindezas, que sonrojarían al más engreído de los ateos o apóstatas.
Pues, eso, como ya es más que archisabido, a monseñor Osoro le hizo falta tiempo para perdonar a los sacrílegos y "sacrílegas" en la figura e imagen de la "portavoza" del ayuntamiento de Madrid, la podemita Rita Maestre. La absolución del cura llegó con más rapidez y prontitud que la de la Justicia. ¡Que ya le vale al uno y a los otros! Así que, ya digo, cabe abrigar muchas dudas en torno a si la Virgen haría lo mismo que los podemitas el día ocho o si, más bien, todo es un deseo de un monseñor al que le gustaría que así fuera.
Por contra, está la postura del monseñor arzobispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, que ha acusado a las feministas podemitas estas -que hay otras también por el mundo- de llevar el demonio dentro. ¡Leche! Esa afirmación tan rotunda, es gorda, y muchos medios de comunicación han tratado de ocultarla. Pero, no se para en barras el monseñor Munilla, quien, además, está más que convencido de que estas de este movimiento feminista son "culpables" de un "genocidio femenino" por instigar a las mujeres a abortar.
Por eso, decía en principio, que nos lo aclaren. A qué carta nos tenemos que quedar los católicos. Si para el cura de Madrid la Virgen estaría hoy y actuaría como estas feministas podemitas, no se entiende que el cura de San Sebastián las acuse de llevar el demonio dentro y que abogue por promover desde la propia Iglesia un "feminismo femenino", no un "feminismo de género destructivo de la propia mujer". Y velahí el dilema. O habrá que esperar el juicio y sentencia del abad de Monserrá. Quizá para entonces haya pasado el ocho de abril.

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