Cientos, miles de personas
acudieron a la “manifa” del domingo en Barcelona;
bueno, unas cuarenta y cinco mil en total, que afirma la policía urbana de la
ciudad, que son amigos de los de la ANC
(Asamblea Nacional Catalana), justo
la sociedad civil, que dicen ellos, que presidía el “atocinao” Sánchez, ahora en presidio por obra y
gracia del juez Llarena. Ni tan
siquiera los otros de la otra sociedad civil, la de Ómniun,
se sumó a la fiesta.
Sí
estaba sin embargo, y llamaba la atención, la expresidenta del Parlamento catalán, laForcadell, la que siempre gritaba como
una histérica: ¡Viva la república catalana independiente! Esa misma, la que
cuando la llamó el juez Llarena a declarar y la metió unas “horicas” en la
cárcel, se hizo de todo, tanto es así que juraba y perjuraba que lo suyo era
una broma, que donde esté la Constitución
que se quite todo lo demás. Y el juez la dejó libre por unos cuantos miles de
euros que se encargó de pagar la ANC de los fondos de la su caja de
resistencia.
Pues,
miren allí estaba ella, en primera fila, abriendo manifestación. La muy cretina
le había jurado y perjurado al juez Llarena que no lo volvería a hacer, lo de
pugnar por la independencia de Cataluña.
Se conoce que el juez no vio el domingo las teles, porque allí estaba ella, que
la vi yo. Tan linda –dentro de lo que le puede considerar linda a semejante
mujer- y moronda, pujando por el restablecimiento de la República, exigiendo a los partidos independentistas –entre ellos
el suyo- que venga, que ya está bien, que la república nos espera, que venía a
ser lo mismo que el lema de la manifestación que encabezaba entre otros,
laForcadell: “República ahora”.
Estaban,
de todas formas, muy “encabronaos” los de la ANC, que han afeado a los partidos
independentistas-golpistas -republicanos, “arejuntaos” por Cataluña y los
guarrillos cuperos- que no sean capaces de llegar a acuerdos políticos, en definitiva
a un pacto de Gobierno que impulse
la república. El cabreo era tal entre los de la ANC que Yordi Pairó, miembro del secretariado nacional de estos, no ha
podido por menos de expresar en voz alta que ¡Qué coño está pasando! ¡Qué no se
está diciendo! La respuesta es muy fácil y sencilla: el gilipollas están haciendo,
pero no es de ahora.
Lo
que ahora deberá hacer, por su parte, La Pescadera alcaldesa de Barcelona, laColau, es colocar el “arretrato”
del Rey en lugar destacado del
consistorio de la Ciudad Condal. A
ver, si la podemita es capaz, por una vez, de cumplir el dictamen judicial que
se lo ordena; ahora que como es separatista y republicana dirá que venga Dios y lo vea.
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