Yordi Guardiola, el ejemplo

Bueno, hombre, sí, ya sabemos que los veinte y pico mil euros que le ha metido de multa la Federación Inglesa de Fútbol al Yordi Guardiola no lo van a arruinar. Pero, oigan, algo es algo, que esta gentuza golpista está acostumbrada a hacer lo que le viene en gana y que les salga de a gratis. En esta ocasión más que el dinero -aunque le duela- lo importante es que alguien le ha dicho que basta ya de hacer política en los estadios y en la ruedas de prensa, con lo del lacito color canario. Ya saben. Si quiere hacer más, que vuelva, que lo intente, lo volverán a emplumar.

De todas formas, este sinvergüenza Yordi Guardiola ya buscará que sea la Asamblea Nacional Catalana (ANC) quien le financie la multa con el fondo de resistencia, al igual que hace con los encausados por el Golpe e Estado que han tenido que pagar una fianza para poder librarse de la prisión. Pero, en el caso concreto de este despreciable individuo, que gritaba a Europa que salvara a Cataluña de la tiranía del Estado español -cuando su hermana se embolsaba cerca de cien mil euros anuales por vegetar en una embajada catalana en el norte de la Unión Europea- cualquier cosa se puede esperar.

El Yordi Guardiola defendió los colores de la Selección Española de Fútbol, a través de la cual se forró de pasta y se hizo famoso en el mundo futbolístico. Ahora reniega de la nación que lo encumbró. Es típico de esta gentuza, como el marido de la cantante Shakira -quien, por cierto, y que se sepa, ha defraudado a la Hacienda española más de diez millones de euros- o el diminuto y enjuto Javi, que trabaja para los árabes dictatoriales, pero que le pagan una pasta gansa; éste, cuando se vaya de allí despotricará de ellos, porque traicionar se le da de maravilla.

Como hará en su momento el cantonto representante de España en Eurovisión, quien ya en la academia intimidaba a los otros concursantes cantando lo de Los Segadores: luego, se quejaba de que lo criticaban y que las críticas iban llenas de odio. ¡Qué equivocado estaba! El odio era el que se desprendía de sus palabras y de sus gestos y de su mirada. El pollo sólo quería ganar tiempo, con victimismo, lo habitual de estos nacionalistas-secesionistas. Ya veremos cuánto tiempo tarda en enarbolar la bandera estrellada para ocultar la nacional de España.

Por lo menos la Federación Inglesa ha multado al Yordi Guardiola, aunque sea con una cantidad irrisoria; pero, lo ha multado. Le ha venido a decir que de política en el deporte "nádená". Sin embargo, ya podría aprender la Federación Española, repleta de patanes que se hacen caca patas abajo cuando tienen que tomar una decisión por las mismas causas.

Aquí no pasa de nada: se puede insultar al Rey -el jefe del Estado representante de todos los españoles, guste o no-, se puede pitar al Himno de España, se pueden portar banderas independentistas e incluso quemar banderas españolas. No pasa nada. Y hay suficientes motivos no sólo para multar a los equipos cuya afición lo hace, sino para expulsarlos de la competición. Todavía estamos esperando dictámenes al respecto y, en breves, tendremos ocasión de volver a sufrir las vejaciones. Todo por culpa de los ineptos que manejan la Federación.