Se pensaban estos golpistas que
lo suyo a través de Europa era coser
y cantar. Que han logrado que en la Unión se hable del Golpe de Estado, cierto;
pero, pasados los primeros momentos de la novedad, no van a tener los fugitivos
de la Justicia española un camino de
rosas, más bien se les convertirá en un sendero de espinas una vez que la flor
se ha marchitado. Ya están viendo como cada vez más los europeos pasan de
ellos, no porque el Gobierno español
y su representante diplomático, Dastis,
hayan convencido a los que, por desconocimiento, apoyaban a los golpistas, sino
porque estos son un peñazo, ya los aburren.
El cabecilla de los delincuentes,
elYordi elPuchi, ya se está empezando a dar cuenta de que su futuro se tiñe cada día de un color más oscuro
y reconoce que su futuro será el de pasar muchos años en una cárcel española o
muchos años en el “exilio”, como dice él, pero traducido al castellano serían
muchos años como prófugo de la Justicia de España.
Parece que se va concienciando de ello y así se lo ha declarado a un periódico,
al que le ha confesado, igualmente, que es muy duro no poder estar con sus
hijas y contarles un cuento cada noche.
Lo del victimismo lo tiene muy
bien aprendido elPuchi. Utiliza a sus hijas para dar pena en Europa, como los golpistas utilizan a
viejos y niños como barreras –los muy cobardes-, cuando organizan alguna algarada,
como en el referéndum ilegal del UnoaCero.
Cuando sus niñas crezcan sabrán que las víctimas, verdaderamente, son ellas,
sí, pero de su propio padre, que tiene una mente enferma y que está arrastrando
a toda su comunidad autónoma al caos.
De todas formas, a elPuchi, de
momento, no le va mal del todo: tiene y dispone de dinero –que algún día se
sabrá de dónde y desde dónde le llega-, un apartamento en Alemania y una mansión en Bélgica,
manda y ordena a los fanáticos que le siguen y, sobre todo, disfruta de
libertad. ¡Qué más puede pretender un delincuente!
Qué no darían Yunqueras –el que
ponía el ojo en donde colocaba la bala- y todos lo que como él sólo pueden
disfrutar de las instalaciones de las instituciones carcelarias, por cierto,
que tienen bastante nivel. Dentro de su desgracia, elYunqueras se conformaría, fíjense, con ser trasladado a una
prisión en Cataluña. Si es que el
que no se conforma es porque no quiere.
No se les vaticina mejor futuro
para las otras dos fugadas de la Justicia española que huyeron a Suiza. Claro, muy clarito se lo ha
dicho el ministro de Exteriores de
los helvéticos, que sería “fantasioso” que ambas pensaran en que la Confederación
les concediera la condición de exiliados políticos; es más, para que lo entiendan
mejor, les ha adelantado el ministro suizo, Ignazio Cassis, que su país “no puede entrar en materia” ante la
posibilidad de esa petición, al estar requeridas por la Justicia española y, que
por tanto, “no se dan las condiciones”.
Fueron muy ilusas estas dos. Por
algo elPuchi no pensó nunca ir a esconderse a Suiza. Estas dos pensaron que se comían el mundo y que los suizos
iban a elevarlas poco menos que a los altares. Pues, ya ven, la una, la guarrilla
de las CUP, laAna Gabriel, pensó que se la iban a rifar las universidades
suizas y resulta que nadie la llama y la pasta se le acaba; la otra, Marta, laRovira, está escondida, humillada, por algún lugar de ese país y,
como elPuchi, haciéndose la víctima, parapetándose en su hija. Eso sí, ninguno de
los tres se atreve a volver a España.
Cobardes y traidores a los suyos, hasta la sepultura.
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