La Santa Insquisión balear

Pues, oiga, que dijeron que lo iban a hacer, y lo hicieron. Las autoridades baleares han impuesto que para presentarse a las plazas de médicos y enfermeros en las islas tenían los opositores que estar en posesión del título que acreditara que saben catalán. Así que a los interesados no les quedó más remedio que acudir a clases, públicas o privadas, para empaparse de esa lengua. Resultado final, más del setenta por ciento de los presentados, se marcharon con un rosco. Como consecuencia, a los convocantes les entra ahora preocupación, canguis.

Coñe, pues que se la aguanten. Si no hay suficiente personal sanitario para cubrir las plazas, que lo pinten. No le tembló la mano al Gobierno balear, presidido por la Pesoé, imponer las normas. Pero, lo peor de todo no es que no puedan tener los de las islas médicos que los atiendan, que se lo exijan a sus políticos, sino que nadie se haya "sublevado" contra la Santa Inquisición del gobierno pesoísta. Porque si es esa la nueva España que pregona elPedroQué, que apaguen la luz, que ya nos vamos.

La medida, sin duda, el exigir saber catalán para poder ejercer en un puesto de trabajo, no deja de ser anticonstitucional, discriminatoria e, incluso, se puede adivinar como de incitación al odio. O sea, que de poco vale saber español, el idioma oficial del país, que como no se sepa el catalán el personal se puede morir de asco, y sin derecho a reclamar. ¡Para qué coño necesita un médico español aprender el catalán para atender a los pacientes!

Hombre, que se tome el conocimiento de ese idioma como un mérito más, hasta podría ser aceptable, acaso; pero que por no saberlo se prive a la gente de tan siquiera presentarse a la convocatoria, ya es pasarse. Como sería pasarse si en las demás comunidades autónomas se impidiera a los baleares todos presentarse a cualquier tipo de oposición por el mero hecho de ser de las islas. ¡Ya veríamos qué gracia les haría a ellos! Que se quedaran confinados de por vida en su tierra, entre el cielo y el mar.

No se entiende, ya digo, esta convocatoria con esa exigencia; pero, menos aún que la norma parta de un gobierno socialista, de los de elPedroQué y éste lo acepte como si "ná", y que el mismísimo Gobierno de España se quede ahí "quieto parao". Ya sabe elPresiRajoy que, andandico andandico, se hace el camino hacia la independencia, como han hecho los golpistas catalanes, como se preparan para ello los vascos de Urcuyu y de reojo ya miran los peperos gallegos de Feijóo.

Igual se veía venir ya desde la época de elPujjjol  padre en la región autónoma catalana. Unas veces a la chita callando, otras chantajeando al Gobierno español de turno y otras pasándose por la entrepierna cuantos dictámenes emanaban del Tribunal Constitucional en relación a la inversión lingüística. Miren con lo que nos hemos encontrado, con que los que están dirigiendo todo el cotarro independentista y las generaciones que vienen detrás apoyando, todos ellos han sido educados en la insolidaridad con todos los españoles y en el odio a España. Tanta culpa tiene el que lo hace como el que se lo permite.