El criminal nunca gana

Desde un modesto lugar de la meseta castellana (en España), los de aquí que la habitan, no pueden por menos de mentar al juez Llerena, el del Tribunal Supremo, que por cumplir con su deber, está amenazado y su familia también. Para que ahora venga otro juez, un tal "subanestrujenbajen", echando por tierra todo el trabajo que con riesgo realizan Llerena y otros tantos jueces, que, prácticamente, en el anonimato trabajan, para dejar sentado y bien sentado que los golpistas catalanes lo son y actuaron con violencia, que bastante lo es ya el declarar una república en un suelo que pertenece a todos los españoles.

Todo empezó con elCetapé, el que se enteraba por los periódicos de lo que acontecía  y de que la crisis había llegado para quedarse durante unos años. Fue con él, con el mediocre expresidente del España, con el que empezó todo. Le prometió a los nacionalistas separatistas que su Gobierno aceptaría todo lo que aprobase el Parlamento catalán; menos mal que estos se quedaron cortos, atónitos, incrédulos, porque no entendían que un presidente de Gobierno español fuera a traicionar a los de su partido y a todo un país, si no ya entonces habrían declarado la independencia.

Traicionó el socialista al entonces presidente socialista catalán y negoció con los separatistas pasándose por el arco del triunfo a Maragall. Traicionó elCetapé a España negociando a espaldas de todos los españoles con los asesinos etarras; hasta quería hacernos creer que el asesino Otejjji era un hombre de paz, un hombre de bien. ¡Manda güevos! Si hasta le ha dado tiempo a traicionar a elPedroQué, cuando a espaldas de éste se reunió furtivamente con los podemitas y su jefe, elPabloManué. Y continúa traicionado a los venezolanos, aliado como está con elNico. Todo lo que toca elCetapé se convierte en plomo, en contraposición con el oro.

Ahora, ya ven, casi casi hasta nos consideran a los españoles como puros delincuentes. Los golpistas huidos se reparten por Europa como si fueran ciudadanos normales y no verdaderos delincuentes. Bélgica, Gran Bretaña, Alemania y Suiza los acogen. Habría que plantearse la pertenencia a la Unión. El tribunal alemán, un "subanestrujenbajen", ha dejado en libertad -saltándose todas las leyes europeas habidas y por haber- al que tendría que ser el delincuente más buscado y perseguido de toda la Unión. Ese tribunal ha osado juzgar en un plis plas lo que se tiene que juzgar en España, con nuestras leyes y por nuestros jueces.

ElPuchi se permite ahora dar consejos en el viejo continente: "Europa no puede permitirse tener presos políticos", cuando Europa le tiene que responder, con unanimidad, que no se puede permitir políticos delincuentes. A España le pide negociar; pero, España -y ya lo decíamos ayer- ni puede ni debe negociar con traidores. No vaya a pensarse el delincuente, que porque un tribunal germano lo haya puesto en libertad lo tiene todo ya ganado. Ni mucho menos. El tribunal no le ha dicho que no sea un delincuente, ni que sea un perseguido político, sino que le ha hecho el favor -¡vaya usted a saber por qué!- de dejarlo libre. Aquí no se ha acabado todo. Y que sepa el arlequín que el criminal nunca gana.

Ya están pensando el juez Llarena y el Fiscal General de Estado llevar el asunto a los tribunales europeos, a denunciar la "cagada" del juez alemán. El juez Llarena contará con el apoyo y la simpatía de todos los españoles -menos el de los golpistas, claro- para que haga lo que considere oportuno. Incluso retirar la euro orden, con lo cual los golpistas huidos sólo podrían ser detenidos en España; pero, mientras tanto, estarían vagando por los sitios, como si de una procesión de la Santa Campaña se tratara. Y eso duele.

Del fiscal general español, menos confiamos en que haga lo propio o lo apropiado. Depende del Gobierno de elPresiRajoy y todos los fiscales, por jerarquía, deben obligado cumplimiento a lo que les mande, a su vez, el fiscal general. Ya vimos, poco antes de que el juez Llarena emitiera la euro orden las prisas que tenía el fiscal general porque saliera de prisión el ínclito exconsejero, el impresentable Forn. Así que después de elCetapé llegó elPresiRajoy, cuatro años de una Legislatura con mayoría absoluta, un 155 en la mano, y en estas que nos encontramos