UCD, en el horizonte

Si eran pocas cosas las que agobian a laPepé, les ha parido algo más la "agüela". Tras el "caso Cifuentes" y la metedura de pata de Montoro, el de Hacienda, enfrentado del todo al juez Llarena, es el día en que el ministro de Justicia, Rafa Catalá, ha logrado ponerse en contra a todas las asociaciones de jueces y fiscales de España. A todas, que eso no lo ha logrado nadie: de izquierdas, de derechas, de centro y hasta las mediopensionistas. Todo por haber insinuado que el juez que emitió un voto particular en la sentencia de "La Manada" está loco de atar.

¡Quién le mandará a Rafa meterse donde no lo llaman! Para eso tienen los jueces su órgano de gobierno en el Consejo General del Poder Judicial. Aunque también es cierto que el ministro tiene derecho a su libertad de expresión. Por supuesto. Pero, no ha seguido lo que es norma en el Gobierno de elPresiRajoy: no criticar las sentencias judiciales, y, mucho menos, a los jueces que las dictan.

Lo que le ha sucedido al ministro Catalá y también al Gobierno poniéndose al frente de la necesidad de reformar el Código Penal -legislando en caliente, que no está mal, vaya- en lo que se refiere a las violaciones y agresiones sexuales, es que se han podemizado. Sí, tal cual. Poco han hecho para que permanezca en vigor la Prisión Permanente Revisable, que rechazan laPesoé y los podemitas, porque eso -tras el hallazgo del cadáver de Diana Querk- era legislar en caliente para estos. 

Los podemitas de elPabloManué, que se encuentran en baja forma, han aprovechado la sentencia de Pamplona para sacar a la calle a sus feministas, las de las ocasiones. Lo tenían muy fácil. Han tratado de politizar el asunto a su favor, y a fe que lo han conseguido, arrastrando en ello a los peperos, que andan desde hace un tiempo sin norte ni concierto y no contentan a nadie, ni tan siquiera a los suyos.

Andan, efectivamente, muy nerviosos los cargos público de laPepé, que se ven descabalgados de sus poltronas tras las elecciones generales del próximo año. Existe el desánimo y están "giñaos" por el futuro oscuro que se les avecina. Pero, claro hombre, nadie se atreve a levantar la voz, así que el jefe a lo suyo, que es conseguir que se aprueben los Presupuestos, sin preocuparse por nada más. ¡Anda todo manga por hombro!

Estos valientes peperos que critican en "apartes" y fuera de micrófonos a elPresiRajoy han tenido sus oportunidades de decirle al jefe que hay más cosas en la vida. Han dejado pasar todas las ocasiones durante años, porque en sus reuniones de "altura" jamás de los jamases ha habido ni la más mínima queja, ni la más pequeña voz discordante. La última que han dejado pasar, la reunión de Sevilla, donde el jefe apoyaba a laCristi, cuando todos pensaban que era un error. Pero, es que iban todos muy a gusto en el burro de la opulencia y de los suculentos sueldos. ¡A ver quién era el guapo que lo arriesgaba todo por decir la verdad!

Ahora están como plañideras en la indigencia ante lo que se les puede avecinar. No lloran por los rincones, de incógnito, porque su ideología peligre frente a las izquierdas y a las derechas y el centro. Lagrimean porque la vida plácida se les puede ir al traste. No conectan, y lo sabe, con los militantes de base ni con los votantes. Es más, los pesimistas -que los hay, y muchos- ven en el horizonte las siglas de UCD y cómo acabó el partido del fallecido expresidente Adolfo Suárez.