Por pedir que no quede, y ojito
avizor el PresiRajoy, que los hoy
nacionalistas vascos –futuros golpistas a la catalana, se le están subiendo a
algo más que a la chepa. INo te digo! El pájaro Urcuyu, junto con los de la versión peneuvista en Navarra, los de una tal Barcos,
pretende anexionarse la comunidad foral navarra. Así, por las bravas, porque lo
dicen ellos. Quieren incluir en el Estatuto
Vasco las siete provincias que dicen constituye el territorio vascuence.
A saberse: las tres provincias
del norte, Navarra y otras tres
provincias francesas. Cuenta Urcuyu
con el apoyo incondicional de todos los partidos independentistas, y de manera
especial y entusiasta de Bildu, el
de los terroristas, el de elGordo,
pistolero etarra, Otejjji. Hasta con
la aquiescencia de laPesoé cuenta, que no ha dicho ni mú, es decir que no se ha
opuesto, cuando el pajarraco Urcuyu ha lanzado la propuesta. Solamente y como
cabía esperar, se han negado a ello los de la
Unión del Pueblo Navarro y, claro, laPepé.
Y no duden de que no van a parar
hasta que lo consigan, con las lógicas restricciones, en vez de formar un País Vasco de siete provincias lo será
de cuatro. Porque, oigan, a ver cómo se lo cuentan a Francia, que es que los van a hacer partir de la risa. No tienen
güevos los secuaces de Urcuyu y, como lo saben, se centrarán, donde ya llevan
tiempo recorrido por adelantado, en Navarra, sin que el Gobierno de
elPresiRajoy haga algo por disuadirlos; es más, ahora parece que son muy
amigos. Pronto se nos llegará lo que se nos avecina; más pronto de lo que pensamos.
Vamos que, a la chita callando y
bien financiados, los separatistas vascos comenzarán a comerle el terreno al Estado, como hicieron los golpistas
catalanes. Por cierto, el juez Llarena
les ha dicho a estos que se dejen en paz de gilipolleces y que están
“procesaos”, que todo va para delante. Los que están en la cárcel allí
seguirán, que en mejor sitio no pueden estar, privados de cualquier tentación y
hasta premiados. ¡Qué más pueden pedir!
Todo ello cuando nos enteramos de
que Arturo Mas se valió de dinero
público en los gastos del su referéndum, también ilegal. Algo más de cinco
millones de euros de los Presupuestos de la Generalidad y del FLA, los dineros
reservados para las autonomías que se ven en apuro financiero, ese dinero del
que es tan amigo de darle a los camaradas catalanes el ministro Montoro; dinero, al fin y al cabo, de
todos los españoles: uno sale de un bolsillo y otro del otro, pero del mismo
pantalón.
Pues curioso, en el referéndum de
Mas, al igual que en el de elPuchi,
el ministro Montero aseguraba, por activa y por pasiva, que ni un duro del
herario público se había gastado para semejante evento. Se la ha tenido que
envainar Montoro –por incompetente y por tonto- que la fiscalía lo ha dejado
con el culo al aire. Como lo volverá a dejar el juez Llarena. Para mí que tendría que dimitir, pero ya, y subsanar en su
parte alícuota el mal que todavía nadie ha reparado, que es muy fácil dispara
con salva del rey.
Eso en lo que se refiere al valor
del dinero, al valor crematístico, porque en la vía penal es de admirar que
saliera indemne elArturo y sólo le
metieran inhabilitación política. Aunque, digo yo, el delito, porque es eso un
delito, no habrá prescrito. Si no, de la misma manera y forma, ya tiene elPuchi
un antecedente para salvarse de la acusación de malversación, lo cual sería muy
gordo, y era lo que nos faltaba.
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