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viernes, 1 de junio de 2018

Tiempo de dimisión, tiempo de rebelión

El candidato será presidente, sí. Pero, le falta tiempo para presentar la dimisión. Ya consiguió lo que quería "elmuertohambre": un palacete para Begoña y un sueldo fijo para toda su vida y figurar como miembro del Consejo de Estado; todo ello, sin someterse al juicio de las urnas, a la votación de los ciudadanos, porque, al menos si hubiera sido diputado tendría algún sentido. Ni en sus mejores sueños se habría visto elPedroQué? hace apenas un año y ocho meses. Tras fracasar estrepitosamente en dos elecciones generales y en un intento de ser elegido presidente de Gobierno, ahí está.
Cuando la su Begoñita ya había perdido toda esperanza de gloria y de concederle a Ana Rosa una entrevista en La Moncloa, ahí está también ella. Seguro que pensando en la redecoración de Palacio, que la cosa, por lo menos, va para dos años. Después del cambio de mobiliario le toca el cambio de "luc". Coñe, que hay que competir con la señora reina que, aunque plebeya, no deja de ser la mujer del Rey, la primera dama.
Así pues, objetivo cumplido el de elPedroQué?: ya tiene sueldo para toda una vida -setenta mil euritos al mes, pase lo que pase- y tendrá a Begoñita, satisfecha ella, orgullosa ella, de ser la dama del presidente del Gobierno de España, con opción a disputarle a la reina Leticia el número uno o, si lo prefieren, la "númerauna" del país; aunque, luego, quién sabe, hasta hacen buenas migas.
Conseguido su objetivo, ya digo, una vez nombrado presidente, lo más decente sería que presentara la dimisión por inmoral, que, ya ven, hasta podría ser considerado eso de la inmoralidad otro tipo de corrupción. Si es que a nadie se le ocurre, en su sano juicio, aliarse con veintidós partidos. No es eso lo malo, lo peor está en que los más numerosos en diputados aliados son aquellos a los que ha estado vituperando y a algunos, como a los separatistas catalanes, hasta los tenía advertidos, por lo que la situación actual significa abrirles una puerta a los independentistas del peneuve de Urcuyu. Su vergonzante alianza con estos y los podemitas de elPabloManué y los proetarras de Bildu, todos ellos impulsores de romper España, es, ya digo, una inmoralidad. Debería dimitir.
A los golpistas catalanes, prácticamente, los está ayudando elPedroQué? a consumar el Golpe de Estado, les está abriendo, aunque sea incidir de nuevo, la puerta para lo propio a los nacionalistas vascos; a los terroristas les está prestando la ayuda necesaria para conseguir lo que no lograron con su barbarie de asesinatos execrables; mientras que a los comunistas podemitas los aúpa para que cada vez tengan más a su alcance el sueño de romper España y tocar el cielo con la punta de los dedos. San Pedro no permitiría nada de esto; elPedroQué, sí, porque no tiene escrúpulos.
A ver cómo nos sorprende el nuevo presidente del Gobierno, con la formación del Consejo de Ministros. No es probable que se incline por un "Gobierno de Salvación" nacional; ahora que, tampoco extrañaría. ElPabloManué ya le está pidiendo alguna que otra cartera y si son tres mejor. Acaso haya comprometido ya alguna con los peneuvistas y otra más para los golpistas. Pero, no, que no. Aunque sí sería interesante -aunque sólo sea por saber, hombre-, a qué se ha comprometido con todos sus aliados "rompedores" para que le hayan dado -o prestado- su voto.
Pronto, no obstante, le comenzará a elPedroQué? la fiesta en el Senado con las enmiendas de sus propios socios a los Presupuestos Generales. No va a tener mucho tiempo, no, para disfrutar del porche de La Moncloa en las calurosas y bochornosas noches del verano que se llega a Madrid; pero, bueno, lo compensa con que lo aproveche la su Begoñita, aunque sea vestidita de rojo; hasta puede que invite a la reina, Leticia.
Y a otra cosa, mariposa. Ya es tiempo de que el exPresiRajoy -como le dijera en su día el de Castilla y León, Juan Vicente Herrera- se vaya mirando al espejo y no se asuste al ver la realidad. Tiene un partido "destrozao", "desmoralizao", sin ganas de "ná". Necesita buscar, urgentemente, a un sucesor, limpio de toda culpa y que sea capaz de ilusionar a los militantes y votantes y que le logre lavar la imagen de las ocho horas de restaurante, donde, dicen las malas lenguas, los "yoniualqueres" tenían patas.
Necesita laPepé de un nuevo líder o que militantes y votantes se rebelen -que sería realmente lo suyo-  u opten por coger la "pontante", es decir las de Villadiego.

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