Ahí lo tienen, desde su bastión belga, al “hombre
bajito y cabreado”, feo y siempre fúnebre, instigando un acoso o un escrache,
como prefieran, desde su cuenta de tuiter contra el juez Llarena. El golpista desde Bélgica y los obtusos de las DCR en el
lugar, todos contra el juez Llarena, el que instruyera el caso del Golpe de Estado. ¡A por él, a por él!
Una demostración más de la violencia de esta gentuza, que miente más que habla,
de estos cobardes que sólo saben actuar en grupo -como manadas-, de estos miserables
que gritan que la calle es suya y seguirá siendo suya, y que, además de que se
lo creen, se lo permiten
Pero, si necios son ellos, miserable es el hombre
bajito, el tipejo, anclado en un pasado de hace más de cincuenta años, un
hombre primitivo. Sólo actuar desde fuera, protegido por un Estado traicionero a otro Estado, del que se le supone amigo.
Tanto Bélgica como Alemania, países protectores del
golpista catalán, habrán podido comprobar la categoría y calaña de este
hombre primitivo que desde su cuenta de tuiter ha instigado a que se acose a un
magistrado español dando a conocer la ubicación exacta del restaurante en el
que se encontraba en Cataluña el
juez Llarena.
Esa es la catadura moral, humana y política y pacífica
del “hombre, bajito y cabreado”, como definen a elPuchi los medios alemanes. En este momento le ha tocado al juez
Llarena; pero, quizá en breves le pueda tocar ese tipo de agresión –al fin y al
cabo el acoso o el escrache es una agresión, una forma de violencia- a algún
juez o fiscal belga, alemán, inglés o suizo. Para entonces, seguro que se le
acabó a elPuchi el tiempo de la tontería.
Lo lógico y razonable sería que el Gobierno de Bélgica, que tanto mima y quiera a
elPuchi, o que tanto odia al pueblo español, aunque sólo fuera por principios,
no permitiera al golpista instigar a la violencia desde su país, contra un
miembro del Poder Judicial de otro
país amigo o si no, al menos, miembro de la Unión Europea. Bélgica se está convirtiendo, por el contrario, en
un país enemigo de España y cómplice
del “hombre bajito y cabreado” en la comisión de un delito.
Aunque si nada dice el Gobierno de España, el de elPresiSánchez, sobre la gravedad del
hecho, que el juez Llarena tuvo que salir escoltado por los guardaespaldas, que
lo libraron de ser linchado por los lunáticos separatistas, no es de extrañar
que al gobierno belga se la sude. Pero, no saben ellos, los comedores de
mejillones y patatas fritas y hacedores de colas, que a todo “marranico” le
llega su San Martín y que el que ríe
último ríe dos veces. Parece que tampoco lo sabe elPedroQué?
Para que nos venga esa por la que Dios vino al mundo y después murió por ella, sí, ya saben, la
flamante y supremacista ministra de Política
Territorial y Función Pública, si esa, ya saben, la misma, laMaricheli, catalana ella, a decir que
ha descubierto la pólvora en lo que se refiere a la situación en su región: “Lo
que los catalanes tienen que votar es un acuerdo político”. El caso es que no
sé si esta mujer sabe lo que dice o si ella misma no se entiende con su propio
corazón. El caso es votar, darle por el gusto a los golpistas, cuando el propio
elPuchi ya le ha advertido a Sánchez
que el tiempo de gracia se termina. Por cierto, también se lo ha dicho el nuevo
secretario general de laPepé, Pablo Casado; pero, cada quien es cada
cual.
En tanto que Sánchez continúa sin pedir perdón por el
uso particular de un avión oficial para su “agenda cultural nocturna”. El
primer ministro español es demasiado soberbio como para pedir perdón y la
ministra Carmen Calvo sigue sin
dimitir por mentir a todos los españoles. Eso sí, ya han filtrado desde Moncloa que se va a estudiar una
regulación del uso del avión por parte del presidente. Ni fu ni fá. Lo suyo es
utilizar el sentido común para saber cuándo se gasta el dinero del
contribuyente para uso privado o para asuntos oficiales. Todo lo demás, humo.
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