El Supremo obsequia a los alemanes con elPuchi

Bueno, bueno. Aclaradas las cosas, todo lo relativo a la extradición de elPuchi por parte de Alemania, se quedó en un susto. El juez Llarena, instructor del fallido Golpe de Estado por los independentistas catalanes, lo tiene muy claro: quédense con él, con el fugado de la Justicia española y cómanselo con patatas. Bien es cierto que el delincuente quedará en libertad allí, pero ello no deja suponer un encierro en una "jaula de oro". Para volver a España y no ser juzgado por rebelión habrán de pasar veinte años, por lo que quizá fuera el momento de plantearse una remodelación de la Ley que prescribe el delito para que éste fuera perpetuo, es decir que no caducara.

Esta decisión del tribunal alemán, un tribunal parecido a un juzgado como pudiera ser uno de los de Tordesillas, pueblo de la provincia de Valladolid (España) aclara y posiciona o fija muchas cosas en nuestro país y en relación a España con la Unión Europea. Soslayando, de entrada, que un tribunal alemán de esas características provincianas está interfiriendo gravemente en la actuación de la Justicia española, y nada menos que del Tribunal Supremo, resulta inadmisible; lo sería, igualmente, si todas las trabas de estos "dindundis" las estuviera provocando un tribunal equiparable al Tribunal Supremo español.

Por activa y por pasiva, desde la primera traba puesta por los tribunales belgas a la ejecución de la euroorden de extradición dictada por el juez Llarena, se ha venido planteando en medios políticos, jurídicos y sociales españoles la conveniencia de que nuestro país siga permaneciendo en la Unión. Con amigos y socios como estos no nos hacen falta enemigos; para mayor escarnio, con el desparpajo y la desfachatez que lo han venido haciendo tanto Bélgica como Alemania y Gran Bretaña y Suiza, aunque estos dos últimos no pertenezcan a la Unión.

Los tribunales de todos esos países se han convertido en los garantes de la libertad de los que delinquen contra nuestro país. ¡Menuda broma! Pero, a todo "marranico" le llega su San Martín. Han permitido dar alas y esperanzas a los golpistas para volver a delinquir; al menos, es lo que los independentistas quieren creer y hacer creer a sus acólitos seguidores, a los que engañan constantemente; el engaño forma parte ineludible de su ADN.

Bien saben ellos que con el Estado todo, contra el Estado nada. Si el Supremo hubiera aceptado la extradición por malversación de dinero público, elPuchi podría ser condenado a doce años de prisión. También saben que la Justicia española podría pasar del dictamen alemán y juzgarlo por rebelión; incluso, la Justicia española -por ser cortés con los alemanes- podría juzgarlo por malversación, pero pasados cuarenta días de estar en territorio español elPuchi podría ser juzgado, por rebelión. Difícilmente se hubiera salvado el golpista del delito de rebelión, por eso el "espabiliao" se ha apresurado a recurrir con urgencia ante el Tribunal Superior su entrega a España. Y, ojo, a ver si no emprende rápida y veloz fuga hacia Bélgica, donde le tienen tantos amores, y le espera su mansión pagada, muy probablemente, con nuestro dinero.

Lo que se desprende de todo esto es que le faltó tiempo al presidente de España, Pedro Sánchez, del que muy pocos se fían ya, de pactar con la presidenta alemana -amiga íntima de los españoles- para pactar esa decisión del tribunal pueblerino alemán: tú me ayudas con lo del golpismo y yo te saco las castañas del fuego con la acogida de emigrantes. Hay que ver las confianzas que se toma desde el primer momento elPresiSánchez. Aunque se ha tenido que retractar de su chulería ante el presidente de los Unaited Estates, aceptando el compromiso del gasto militar del dos por ciento al que se comprometió el exPresiRajoy.

Por cierto, muchas de las cosas malas que hoy suceden en España son herencia -una herencia envenenada, con venganza incluida- de Rajoy, que sí que sabía bien lo que hacía con no dimitir y adelantar las elecciones generales; y, no sólo eso, sino que dejó a su partido hecho unos zorros, a punto de concluir como el Rosario de la Aurora. Hoy laPepé prácticamente no existe, está inmerso el partido en una lucha cainita, y eso bien lo sabe elPedroQué?, que tiene las manos libres para actuar a su libre albedrío.

No deja de ser curioso que el portavoz pepero en el Parlamento Europeo, Pons, exija allí un sentido para las euro órdenes y amenace con promover la salida de España de la Unión. Será que no se ha mirado al espejo, porque este proceso se prolonga desde hace meses, cuando su partido, presidido por Rajoy, gobernada España de la mano del mismo, o sea Rajoy. O no.

Igualmente, resultan preocupantes, en todo este embrollo, las declaraciones del jefe de los Ciudadanos, Alberto Rivera. Está muy contento porque la extradición de elPuchi dictada por los alemanes permitirá que el delincuente sea juzgado por tribunales españoles. Esas declaraciones, para un líder que pretende ser presidente del Gobierno de España, son obtusas. Le faltan contenido y perspectiva de futuro. Acaso todavía no se ha enterado de lo que va esto. Ha declarado lo mismo que elPresiSánchez en torno a este conflicto.

Los de más a la izquierda estaban con la sentencia alemana que cualquiera les tosía; pero, afortunadamente para España, todo su gozo metido en un pozo; aunque ellos tratarán de seguir buscando la forma de romper nuestro país.