Vaya, vaya, y aquí no hay playa y con este calor
esperando al “zalorpas” nazi, brazo extensivo de elPuchi. Y elPedroQué?,
a la sazón presidente del Gobierno de
España, sin enterarse. Se le coló en La
Moncloa un lazo amarillo. Su fin cumplido, el del precursor del hombre de
cromañón. Se le metió hasta dentro el que está dispuesto a romper España y, de paso, insultar a todos los
españoles, y Sánchez ni le ha
exigido pedir perdón, al que consideraba hace nada el “Lepen” español. Ahora, ya ven, todo son besos y abrazos y regalos
para que no me olvides, ni siquiera un momento.
Que es que digo que se había ahorrado el viaje el xenófobo.
Porque si era por sacarse el “arretrato” con elPresiSánchez, mejor se lo había hecho con Sakira, la del infiltrado –con consentimiento- en la Selección Española de Fútbol, que, por
lo menos, la tiene en Barcelona. O
acaso esté de gira. Pues para otra vez será. Pero seguro que mejor pinta
Sakira, que es más famosa –y más guapa y mejor puesta- en el mundo que
elPresiSánchez, que no tiene mucho mérito de estar donde está, si no llega a
ser por el apoyo de los golpistas y etarras y peneuvistas, amigos íntimos
ambos, de los de toda la vida.
Para decirle a elPresiSánchez que cualquier solución
política en Cataluña pasa por la “autodeterminación”,
que quiere ver en la calle a los presos catalanes delincuentes, mejor se había
quedado en casa, porque el lazo de la pechera ya le huele, le apesta y está sucio,
como todos los golpistas. Aunque, hombre, un pelín preocupados sí nos ha dejado
–ya lo habíamos adelantado tras la intervención de Bono en laSexta-, porque
elPresiSánchez, parece, según dice el bicho éste, no le ha respondido con un
tajante “no” a un futuro referéndum pactado.
En cualquier caso el nazi le ha metido un gol como una
catedral a elPresiSánchez, bisoño él. El nazi se le ha metido en casa con un
lazo amarrillo, el hecho de recibirlo en La
Moncloa ha “cabreao” a muchos españoles, que si ya tenían muy poca
confianza en él la acaban de perder y le ha dicho el golpista, en la cara y en
su propia casa, que ya puede menear la perdiz que o hay referéndum –es decir Casera- o el tinto de verano se lo va a
beber él.
A otro que en el mismo día se la han “colao”, y bien,
es al presidente de la Federación
Española de Fútbol o, ya no puede uno fiarse de nadie, ha sido el propio
Rubiales el que nos la ha colocado doblada a todos con Luis Enrique como entrenador de la Selección. ¡Para este camino no
habíamos necesitado estas alforjas! La verdad, aunque está recién llegado bien
haría elRubiales en dimitir del cargo, como él dimitió al anterior seleccionador
del equipo nacional, Lopetegui.
¡Anda que no hay gente en el mundo, no digo ya mejor,
pero al menos igual que el vomitivo Luis
Enrique, el extrenador del Barcelona,
en paro desde que dejó ese equipo, o lo echaron. Da la impresión de que todos
los presidentes de la Federación son
unos incapaces, y sus hechos y sus palabras los delatan. Ni con del Bosque, con su empecinamiento en
mantener en el equipo al independentista citado más arriba, el de Sakira, ni Lopetegui, ni éste de ahora Luis
Enrique –por citar a los últimos- se identifica por completo ni en parte, con
ellos, la afición española.
Pero es que lo grave de este tal Luis Enrique es que
se trata de un supremacista de caca, alumno fiel de los independentistas y
golpistas catalanes. Así se manifestaba, bien cerquita, el cuatro de abril, el
nuevo seleccionador, Luis Enrique “los catalanes son la hostia, las personas,
la ciudad…están muy adelantados a lo que es España en general”. Y para rematar añadía: “Son educados,
respetuosos, muy trabajadores”. A lo nazi supremacista del subnormal elQuinito. Los demás, una puta mierda,
digo, yo. El presidente de la Federación de Fútbol y el nuevo entrenador de la
Selección tienen la puerta abierta; se la han abierto ellos solitos. Podrían
marcharse, aunque sólo sea por pudor.
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