Los etarras, al País Vasco

Es el típico tópico utilizar el mes de agosto, lo que se denomina "ferragosto", para aplicar decisiones, cuando "toquisqui" está de vacaciones; bueno, los que se las pueden permitir. Es lo que ha sucedido con la aproximación de presos etarras al País Vasco, que no es un acercamiento como tal de los asesinos a prisiones cercanas a las provincias vascas. De hecho ya se han trasladado, pero a prisiones vascas, a los dos primeros etarras, que se encontraban en una prisión de Asturias. Estaban acercados; ahora, están en una prisión vasca. De acercamiento nada.

Vuelve a materializarse, sin dilación, sin esperas ni pérdidas de tiempo, otro de los acuerdos pactados entre el presidente Sánchez y los nacionalistas vascos de laPeneuve. Otro de los acuerdos a que llegaron ambas partes, laPesoé y laPeneuve de Urcuyu, para que los nacionalistas apoyaran a Sánchez en su moción de censura contra Rajoy, con el que los nacionalistas ya habían llegado a un acuerdo para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado; luego, los de Urcuyu, con las prebendas económicas obtenidas, traicionaron a Rajoy, como lo harán con Sánchez en cuanto les convenga, en cuanto se les ponga a tiro. Los peneuvistas, tarde o temprano, terminan traicionando.

La fiesta ha comenzado por el matrimonio etarra, "arrepentidos y desvinculados" de la banda terrorista, Olga Sanz Martín y Javier Moreno, implicados en el intento de asesinato de Atutxa y su mujer. Este movimiento es para el delegado del Gobierno en el País Vasco, Jesús Loza, un escrupuloso cumplimiento de la Ley y que por ello Instituciones Penitenciarias ha autorizado el traslado de los dos etarras a la prisión de Basauri.

Jesús Loza se piensa que los demás "tamos" tontos. La "Nueva Ley Penitenciaria" que se ha sacado de la manga elPresiSánchez, junto a su ministro de los Interiores Grande-Marlasca -quién lo viera y quién lo ve- fuera algo ajeno al Gobierno y que quien decide es Instituciones Penitenciarias. ¡Vamos, ya! El organismo penitenciario lo es del Estado y sobre él ordena y manda el Gobierno, por mucho que Loza quiera convencernos de lo contrario. O, para que se entere mejor, por si es que él lo ignora, Instituciones Penitenciarias no tomaría jamás una decisión de tal calibre como ésta si antes no se lo autoriza el Gobierno, el ministro Marlaska y el propio presidente Sánchez.

Sucede otro tanto con la retirada del recurso, por parte del Gobierno, contra la Ley vasca de abusos policiales, que favorecerá a miles de etarras. Otro acuerdo de los pactos oscuros -pero que irán saliendo a la luz- de Sánchez con Urcuyu. Esta ley, contra la que el Gobierno de Rajoy había presentado recurso de inconstitucionalidad, permitirá a los etarras ponerse a la altura de sus víctimas. Una comisión política será la que decidirá quiénes de los etarras han sufrido -si es que los han sufrido- abusos policiales.

Serán los políticos, diez en concreto, los que decidirán, sin investigaciones policiales y judiciales previas ni garantía alguna para los miembros de las Fuerzas de Seguridad que se puedan encontrar implicados, los que garantizarán que las presuntas "víctimas" de abusos policiales "puedan ser reconocidas y reparadas al amparo de esta norma". 

Ahora toca prepararse para las sorpresas que nos va a dar esta comisión, que más que nada pretende cambiar los hechos de la Historia, escribir y blanquear la historia de ETA, de los asesinos inmisericordes.